Los días de Clavel pudieron haber terminado en un sartén o en un chifrijo, pero en vez de eso lo que encontró esta chanchita fue una vida de chineos y cariño gracias a Carolina Marín, una cartaginesa que ama a los animales y, si puede, los rescata.
La cerdita estaba sentenciada. Un día la llevaban en un camión hacia el matadero y cuando el vehículo iba carretera a Paraíso se escapó. Tuvo suerte, no quedó herida por el golpe, ni la atropellaron. El acto de escapismo valió la pena.
Otros animales en el mundo han ocupado espacio en los medios de comunicación por actos similares, aunque por lo general se ha tratado de vacas.
La huida de Clavel --que aún no tenía nombre-- ocurrió en noviembre del 2020. Entonces la animalita caminó y caminó hasta llegar a un residencial, donde la vieron muy sola y la “adoptaron”, pero con los ojos puestos en los tamales y los chicharrones de diciembre, que estaba a la vuelta.
Carolina se dio cuenta un día lo que había pasado y junto a amigos veganos y defensores de los animales, se propuso rescatarla... y lo logró.
Desde el 18 de noviembre del 2020, cuando consiguió su objetivo y la bautizó Clavel, se ha ocupado de que esté libre y feliz en el refugio El rinconcito animal, en Agua Caliente de Cartago.
“Logramos liberarla sin pagar por ella porque si no estaríamos reproduciendo la lógica de que estas vidas se compran con dinero, y lo que queremos es que la gente piense que son vidas que merecen vivir porque también sufren y sienten, como nosotros. La idea era validar el hecho que ella se había liberado por sí misma buscando salvar su vida”, explicó Carolina.
Pese a la buena voluntad y el buen corazón de Caro y Adriana Figueroa, quien le echa la mano en la labor de cuidar a los animalitos, el espacio del refugio es reducido y Clavel está cada día más hermosa.
Ya pesa 150 kilos y aún le falta crecer, es de la raza hampshire y se estima que puede vivir entre 15 y 20 años, todo un logro considerando que no es común que un chanchito llegue a “viejo”.
“Ahorita tengo doce perros, dos gatos y un chanchito mini llamado Manny, no nos queda espacio para Clavel”, explicó la rescatista.
Comodidad
Como sabían que Clavel seguiría creciendo, le han buscado casa y una familia que la adopte pero sin pensar en comérsela. Los intentos han fallado y pese a que dos familias le han abierto las puertas, terminan regresándola porque sale caro mantenerla.
Ya llevan siete meses en la búsqueda de casa y han ido a visitar un montón de lugares, pero han visto que los espacios no son adecuados y luego de pasar por todo lo que ha pasado, no sería lógico entregarla para vaya a estar descuidada o incómoda... Por eso surgió la idea de buscar otro camino.
Intentaron que el vecino de la propiedad donde está El rinconcito animal les alquilara un pedacito, pero el señor no accedió, aunque sí les ofreció venderles un pedazo de 150 metros cuadrados en tres millones de colones. A eso hay que sumarle 800 mil colones para cerrar la propiedad, hacerle a Clavel una casa y un charco donde se revuelque feliz y deben pagar los gastos del traspaso de la propiedad.
Por eso están haciendo campañas para que más gente se entere y se una a la causa.
Ya han reunido 1,9 millones, la mitad de lo que necesitan. Para hacerles frente a los gastos de alimentación se ayudan con la venta de camisetas que traen la leyenda “Liberación animal chancha rebeldía”. Deben pulsearla porque al mes se les van 70 mil en concentrado y eso que en la feria del agricultor les pegan una salvadota porque cada semana les regalan frutas y verduras.
Clavel se encuentra actualmente en el segundo hogar de adopción, donde le abrieron las puertas durante tres meses, siempre y cuando les den lo que se come.