El sancarleño Luis Gerardo Sibaja Mora es conocido como el chancero de la suerte porque no se cansa de repartir millones a los que le compran chances y lotería, por eso la gente lo llega buscar de todas partes del país cada vez que se realiza un sorteo en el que se repartan bastante millones.
Cuando los sorteos son extraordinarios, como el próximo que es dedicado al Día del Trabajador, más lo buscan.
“Nací para darle plata a la gente, eso es algo que tengo claro. Las personas me buscan y cuando pegan me alegra mucho porque casi siempre es gente que realmente necesitaba la plata”, nos comentó desde Ciudad Quesada donde La Teja lo visitó.
A este repartidor de millones lo encontramos en la esquina oeste del mercado municipal sancarleño.
“He vendido cualquier cantidad de millones, ya ni me acuerdo, pero la gente sí se acuerda y me lo agradece. Hay otro secreto, siempre les deseo suerte a todos los que me compran, cada pedacito lo doy con mucho cariño y eso también jala suerte.
“El mayor de la lotería lo he vendido como nueve veces, vendí los ¢1.390 millones de uno de los acumulados más grandes de la historia, también vendí 20 pedacitos del Gordo Navideño del 2019 a un señor de 71 años…es que son muchos años los que tengo vendiendo lotería, regalando alegrías”, nos comenta este hombre de 66 años y quien vive en el barrio San Martín.
Cada sorteo es una oportunidad para que don Luis siga regalando platica, por ejemplo, el sorteo extraordinario del Día del Trabajador, que la Junta de Protección Social (JPS) confirmó que se realizará el próximo martes 4 de mayo (a las 7:30 de la noche), tiene un premio mayor de 250 millones de colones, pagando cada fracción ¢25 millones. Cada entero vale ¢15 mil y cada pedacito ¢1.500.
“La gente siempre busca los números bajos, del 01 al 30, por las fechas de nacimiento, pero los que más salen son los altos. Todos los números tienen la misma opción de salir. Ahora bien, creo que el vendedor de lotería también tiene que ver en la suerte, para eso hay que nacer, y yo nací para eso, para meterle suerte a cada pedacito que vendo”, explica este padre de tres hijos y que chinea a 5 nietos.
Este chancero ha adquirido tanta fama que gente de todo el país saca tiempo para ir hasta San Carlos solo para comprarle unos pedacitos.
“Es lindo, porque mucha gente me compra lotería y la frota en mi carro, me dicen que este es el carro de la suerte. También hay señoras que antes de comprar me abrazan y frotan los pedacitos en mi cuerpo, dicen que para la suerte”, recordó este saprissista de corazón remolacha.
Don Luis dice con orgullo que incluso en tiempos de pandemia ha vendido algunos premios porque no se queja y más bien busca cómo superar los obstáculos y por eso, ahora vende hasta Lotto ya que tiene la maquinita en el carro.
“El único premio que me falta vender es el acumulado de Lotto, pero ya casi, le puedo asegurar que ya casi”, comentó con total seguridad.