Si por estos días le tocó ir a sacar cédula a las oficinas centrales del Tribunal Supremo de Elecciones, en San José, se pudo dar cuenta que ese departamento está hasta cargadito de gente haciendo lo mismo. Un efecto normal cada inicio de año.
El mes en que el tico más solicita cédulas es enero, justo después de los fiestones y los paseos de fin de año. Desde el 2016, el primer mes del año es el líder en solicitudes, con el 10% del total del año.
Dicho en otras palabras, en 2016, por ejemplo, se solicitaron 678.476 y solo en en enero se pidieron 70.141.
Para el 2017 los ticos solicitamos 811.972 cédulas, de esas, 82.101 fueron en enero. El año pasado, el Tribunal dio 799.624 cédulas nuevas, 99.190 se pidieron en los primeros 31 días del año.
Además, se consideran meses pico todos los que van después de los paseos y las fiestas, como por ejemplo después de Semana Santa, tirando a marzo y abril. Solo el año pasado en esos dos meses se solicitaron 135.358.
En julio y agosto, después de vacaciones de medio año, hay otro pico. En el 2018 se solicitaron un total de 131.741 en esos 60 días. Pero ninguno de los casos se acerca a enero.
Pero las vacaciones de los mismos funcionarios también ayudan a aumentar ese número al inicio de año.
“Es cierto que los paseos y las fiestas de fin y principio de año influyen en la cantidad de cédulas que se piden cuando estos eventos terminan, pero también afecta que en esos días, como en diciembre, cerramos, igual que en Semana Santa. Como el promedio es de veinte mil cédulas por semana, pues entonces es lógico ese pico alto”, nos contó don Luis Bolaños, director del Registro Civil.
Nuestras cédulas están hechas de policarbonato con toda la impresión quemada en láser, en las capas del centro se les hace el quemado de la información para que esté más protegida. Cada cédula nos cuesta cinco dólares (unos 3.250 colones), eso significa que en cédulas el Tribunal invierte ¢260 millones al mes.