Don Elías Rodríguez es el señor a quien un enfermero de apellido Arrieta simuló vacunar contra el covid-19 en Tres Ríos en abril del 2021.

Este 14 de febrero, don Elías, de 82 años, supo que el funcionario recibió como castigo por aquella acción un mes sin goce de salario y lo primero que pensó fue: “mejor me río para no llorar”.

Jorge Rodríguez, hijo de don Elías, conversó con nosotros y nos contó que se enteraron de la sanción por la prensa ya que nadie de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) les informó oficialmente a pesar de que él fue quien grabó el video del intento de engaño en el ebáis de La Unión y lo subió a sus redes sociales.

Jorge le contó a su papá lo del castigo que le pusieron a Arrieta.

“¿Qué pienso de esa sanción? Diay, me deja atónito, sin palabras. En verdad no tengo palabras para referirme a tan solo un mes sin goce de salario. Este es un tema en el cual hablamos de una vida de por medio, por eso todavía estoy impactado.

“En verdad que esa sanción da risa y como me dijo mi papá, se ríe uno por no llorar. En el tema de la denuncia judicial nosotros estamos anuentes a colaborar en lo que sea, eso lo tiene nuestro abogado; ahorita estamos esperando que la Fiscalía nos indique cuál es el siguiente paso. Nosotros seguimos en pie de lucha”, confirmó Jorge.

“Tomé la buena decisión de hacer el video, eso nos deja la pregunta de qué habría pasado si no se hubiese hecho ese video o si papá va solo. No voy a satanizar a la CCSS porque hay muchos empleados que hacen muy bien su función, pero tampoco vamos a aflojar con la parte judicial”, aseguró.

El Ministerio Público abrió una causa contra el enfermero, La Teja consultó a la Fiscalía sobre el estado de la causa, pero al cierre de esta nota no había respondido.

Increíble

En abril del año pasado el país se indignó al ver las imágenes grabadas por Jorge en las cuales se aprecia cómo el enfermero le mete la aguja en el brazo a don Elías y hace como que lo está vacunando... pero con la jeringa sin la dosis.

El video provocó tantas reacciones que las autoridades de la CCSS comenzaron una investigación que duró casi diez meses.

Ante una consulta del diario La Nación, la oficina de prensa de la CCSS confirmó el jueves 10 de febrero que Arrieta fue suspendido sin goce de salario por un mes y que en diciembre cumplió el castigo.

Según se pudo confirmar con la investigación de casi 10 meses, el 28 de abril del 2021 Arrieta “no aplicó el líquido de la primera dosis de la vacuna” contra el coronavirus.

“La falta imputada y demostrada generó un daño a la imagen institucional, ya que los hechos denunciados no solo fueron de conocimiento del personal del Área de Salud, sino que trascendió a nivel nacional, poniendo en entredicho la labor realizada por la citada Área de Salud”, explica la CCSS en el informe final.

Cuando se le dio al enfermero Arrieta la oportunidad de defenderse, él dijo que en abril del año pasado padecía depresión y estaba sometido a fuertes cargas de trabajo.

La CCSS, en el informe final, destaca que Arrieta jamás comunicó a sus superiores nada sobre el estrés y más trabajo de la cuenta.

Según el mismo informe final, Arrieta aseguró que al momento de vacunar a don Elías se distrajo.

“Le pido que me facilite el brazo para vacunar y como se escucha en el video, él (Jorge el hijo de don Elías) está hablando conmigo y preguntándome constantemente durante el proceso de vacunación y por la distracción de las preguntas constantes omito ingresar el líquido de la vacuna al cuerpo de don Elías.

“Yo creo que he completado el proceso de vacunación, según el protocolo y descarto la vacuna”, afirmó el enfermero.

Bien, y ¿por qué solo un mes de suspensión sin goce de salario?

Érick Madrigal Rivera, jefe de Enfermería del Área de Salud de La Unión, explicó que arios factores se pusieron a favor del enfermero.

“Por ejemplo, que un informe de Auditoría Interna calificó el hecho como un error humano, que Arrieta tiene un registro de evaluaciones de desempeño anuales excelentes, que no existen reincidencias y que en su declaración aseguró no tener intención de causar daño al paciente”, explicó Madrigal.