EscucharLuis Arroyo Campos tenía 15 años de trabajar como profesor de música en la escuela León Cortés Alfaro, en Carrizal de Alajuela, pero este martes el covid-19 lo separó para siempre de sus seres queridos y sus estudiantes.
Él tenía 44 años y era diabético, lo que pudo haber influido en que su condición de salud se complicara. Él murió de un paro cardiorrespiratorio dos horas después de que lo intubaron.
Sofía Agüero, sobrina de Luis, contó que él empezó a sentir síntomas el lunes 26 de abril.
“Lo primero que tuvo fue fiebre y tos, con el pasar de los días empezó a tener problemas para respirar y la tos se hizo más constante. El martes 4 de mayo lo llevaron al hospital de Alajuela y lo dejaron internado, el jueves 6 lo pasaron para el hospital México y ahí estuvo hasta que murió.
“Él estuvo conversando con la familia mientras estuvo hospitalizado, aunque le costaba hablar siempre le decía a la esposa que quería que ella estuviera bien. Ella también se contagió, pero solo perdió el olfato, por dicha no tuvo complicaciones”, contó la joven.
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Terrible noticia
Sofía contó que este martes en la mañana, una doctora llamó a Marielos Alvarado, la esposa de Luis, y le dijo que probablemente en el transcurso del día iban a tener que pasarlo de cuidados severos a críticos e intubarlo, y así fue.
“Luis murió a las 3:40 de la tarde, pero nadie avisó nada, un familiar llamó a las 6 p.m. para preguntar cómo seguía y le dijeron que él había muerto”, contó.
Al educador lo velaron en la funeraria del Magisterio Nacional en Alajuela y lo sepultaron en Atenas, ya que él era oriundo de ese lugar.
Además de docente, Luis era músico, le encantaba tocar el saxofón y hasta animaba eventos. Siempre se caracterizó por tener una personalidad alegre y por entregarse a sus seres queridos y a sus estudiantes, quienes lo recuerdan con muchísimo cariño.
Desde que falleció, las redes sociales se han llenado de mensajes de exalumnos de Luis, quienes están sorprendidos y a la vez muy dolidos por su partida, además, mandan palabras de consuelo a sus familiares.
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Gran dolor
El Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (SEC) asegura que ya son 52 los educadores que ha muerto debido al covid-19 desde que inició la pandemia.
Otro de los casos más recientes fue el de la docente Laura Méndez Ramírez, del Colegio Técnico Profesional de Pérez Zeledón. Ella falleció el 8 de mayo pasado, solo 4 días después del nacimiento de su hija menor.
Otra de las muertes fue la del educador Rodrigo Rodríguez Ramírez, quien daba clases en el colegio Vilarreal de Santa Cruz de Guanacaste. Él también perdió la batalla contra el coronavirus el martes.
Mucho peligro
Cada día son más las personas que opinan que lo más conveniente es que el Ministerio de Educación suspenda lo antes posible las clases presenciales y mantenga el curso lectivo de forma virtual.
Sofía Agüero y su familia también defienden esa posición, ya que no quieren que otras familias pasen por lo mismo que ellos están viviendo.
“Se ha visto que gracias a Dios este virus no afecta tanto a los estudiantes, pero a los funcionarios sí. Ya son muchos lo que han muerto y todavía hay gente ingrata que dice que es que no se cuidan lo suficiente, pero es que es muy complicado, solo el hecho de que ellos vayan a la sala de profesores a tomar café ya los pone en riesgo porque tienen que quitarse la mascarilla, el MEP tiene que pensar en su gente”, expresó.
Pese a que el MEP sostiene la posición de que es necesario mantener las lecciones presenciales por el bien de los estudiantes, sí reconoce que es urgente que los educadores reciban la vacuna contra el covid, por eso la ministra de Educación, Guiselle Cruz, pidió al ministro de Salud, Daniel Salas, y a la Comisión Nacional de Vacuación, que analicen el tema para ponerles las dosis a esos funcionarios pronto; sin embargo, aún no hay una respuesta sobre la petición.
