“Les pido a los manifestantes de buena fe y con agendas concretas, que depongan los bloqueos y llevamos la discusión a la mesa. Esto para que la Fuerza Pública y las autoridades puedan terminan de llevar adelante su actuación contra las estructuras criminales o delictivas”.
Esas fueron parte de las palabras del presidente de la República, Carlos Alvarado, este miércoles por la noche tras reconocer que muchos de los puntos de manifestación o bloqueos han sido infiltrados o han sido tomados por organizaciones delictivas o del crimen organizado.
Y es que la violencia en las calles no cesa. Este miércoles por la mañana, un oficial de la Fuerza Pública que estaba intentando levantar un bloqueo en Paquita de Quepos, en Puntarenas, fue atacado por manifestantes con una bomba incendiaria. Afortunadamente solo sufrió heridas leves gracias a que andaba su equipo antimotines.
Como si eso fuera poco, en la noche un grupo de manifestantes incendió una buseta de la Fuerza Pública en Abangares, Guanacaste.
"Manifestarse es legítimo en democracia, pero bloquear calles es restringir la liberta de otros y es un delito.
“En este momento, un fenómeno muy delicado ha ocurrido y nos ocupa de lleno: la seguridad del país. Muchos de los puntos de manifestación han sido infiltrados o tomados por estructuras delictivas o de crimen organizado, esto confesado por los organizadores del movimiento, quienes no tienen el control de estas manifestaciones”, añadió el mandatario.
Alvarado insistió en que el diálogo nacional está abierto y que por eso no hay necesidad de seguir con los bloqueos y las manifestaciones.