Ya casi finalizando su discurso como nuevo presidente del país, en la plaza de la Democracia, Carlos Alvarado recordó la importancia de resolver de una vez por todas el problema que representa el déficit fiscal para el país entero.
"Esta será la quinta administración que de manera sucesiva tendrá que lidiar con este tema, con una diferencia radical con relación a las cuatro anteriores: el tiempo está a punto de agotarse para hacer esta reforma. Y eso pone en riesgo a la nación de cara a sus 200 años", explicó.
La Teja le consultó al economista Alberto Franco si de veras la cosa pinta tan fea y él coincidió con Alvarado.
"El llamado a la acción rápida es oportuno. Es clarísimo que la situación fiscal está muy deteriorada y se empeora cada vez más con la ausencia de acciones correctivas adicionales. Pero la reforma fiscal es sin duda la medida más potente para hacerle frente a la difícil situación que vive el país, primero porque puede contribuir mucho a reducir el déficit y permite disminuir el gasto. Los impuestos permiten ampliar la base y facilitar un mayor control en la recaudación", explicó Franco.
Según el economista, ya para inicios del próximo año se deberían estar implementando dichas reformas porque estamos viendo resultados fiscales muy deteriorados y pagando ya las consecuencias.
Panorama complicado
Dichas consecuencias serían, entre otras, el aumento en las tasas de interés, que hacen que la gente tenga que sacar más platica para pagar sus préstamos. Además hemos visto en apuros al Gobierno para cumplir con el pago de salarios a algunos grupos, lo que manda señales negativas no solo al pueblo, sino también a los inversionistas internacionales, quienes se lo piensan dos veces antes de venir a instalarse en el país y las aseguradoras que nos recalifican mandan señales de alerta para quienes nos presten plata.
"La carga de intereses que tiene el país es altísima. El Estado debe sacar cada mes 15% de su presupuesto para pagar intereses", agregó don Alberto.