Si hablamos de bombas de tiempo en carreteras, definitivamente tenemos que hacerle un espacio al transporte de sustancias peligrosas (cilindros de gases, gasolina, químicos, bioquímicos, entre otros), porque tiene una de las flotas más viejas, más kilometreadas y más de la mitad de las 2.055 unidades que andan en carretera, no pasaron Riteve en la primera revisión.
Esta alarmante realidad saltó cuando este 12 de marzo Riteve entregó al país el resumen de los datos del 2018, su anuario, en el cual se confirma que a 1.130 de los 2.055 carros de transporte de materiales peligrosos les dicen “nel pastel” en la primera revisión que hacen.
¿Y por qué los rechazan en la primera revisión?
La primera causa de las faltas graves son los frenos. Así como lo lee, precisamente un transporte que se encarga de trasladar sustancias que tienen un mayor potencial de causar daño en un accidente, peca por frenos en mal estado.
La segunda causa son los compensadores hechos leña y la tercera, llantas desgastadas, de esas que hay que ponerles un toldo en las noches porque si las pica un mosquito las estalla.
Además, esos 2.055 vehículos que transportan sustancias peligrosas están ya muy viejitos. Ponga cuidado, la edad promedio de todos los vehículos, según explica Riteve, es de 16 años, pero los cisternas promedian 23 años.
Si no se le ha parado la peluca con estos datos, les damos tres más, en nuestras calles andan transportando materiales peligrosos 441 vehículos con antigüedad entre 21 y 30 años, 322 que tienen entre 31 y 40 años, pero eso no es nada, también andan 339 legítimas bombas de tiempo que tienen 41 o más años de antigüedad.
Este tipo de transporte está en el sexto lugar de a los que más kilómetros le meten por año, de acuerdo a Riteve, cada unidad hace en promedio 36.000 kilómetros. El primer lugar en kilometraje se lo llevan los buses, con 65.460 kilómetros, seguidos de los taxis con 48.704 kilómetros.
“Continúan siendo vehículos con una edad promedio bastante alta, lo bueno es que este informe así lo revela y eso le permitirá a las autoridades realizar análisis y tomar decisiones”, explica Jennifer Hidalgo, directora de comunicación de Riteve.
El informe también saca a la luz que de los 16.903 cabezales que andan en nuestras calles, 12.505 pierden la prueba a la primera y la mayor causa son los frenos en mal estado, seguido por los compensadores y después las llantas gastadas.