Mientras que las calles de Costa Rica parecen la Luna, solo cráteres, el panorama parece poco alentador, ya que en el ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) admiten que no tienen plata para arreglarlas y las municipalidades se quejan porque por un trámite burocrático no pueden meter mano.
Unos más grandes y profundos que otros, pero prácticamente no hay ninguna que se salve. Así lo comprobamos en un recorrido por Tacacorí de Alajuela, Escazú, Pavas, Barrio México, Cartago, La Sabana, Belén, Circunvalación y San Rafael Abajo de Desamparados, entre otros lugares.
Esto es un verdadero dolor de cabeza porque puede dañarle su carrito y costarle un platal el arreglo o provocar un accidente por capearse un hueco. Lo más triste de todo es que uno hasta termina haciendo un mapa mental de huecos para no caer en ellos.
Lo peor, es que las mismas autoridades reconocen que la cosa está horrible y que no hay contratos de mantenimiento, ni plata para taparlos.
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Así lo admitió el ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador.
“Tenemos una situación muy, muy, muy grave. Tenemos una incapacidad de actuar por diferentes elementos, una serie de eventos climatológicos que han venido afectando al país y estamos tratando de trabajar. Somos conscientes y estamos tratando de reactivar contrataciones por imprevisibilidad, si hay algún contrato abierto que pueda hacer algo, obras públicas tiene una pequeña cuadrilla y maquinaria en diferentes sitios y se está enviando”, aseguró el jerarca del MOPT.
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Amador se ha reunido con los alcaldes que integran la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL) y de la Asociación Nacional de Alcaldes e Intendentes (ANAI) quienes le han planteado la preocupante situación que atraviesa el país.
“La directora del Conavi y yo vimos un listado de rutas bastante numeroso que tienen problemas de hundimientos, deslizamientos, derrumbes, puentes que están a punto de irse o ya se fueron. Estamos en una situación bastante difícil”, recalcó el ministro de Transportes.
@LaTejacr @noticiarepretel @MOPT
— Alberto Hernández 👽 (@Alberto91403193) July 9, 2022
Están esperando que pase un accidente?? Rotonda del Rancho de Guanacaste.. pic.twitter.com/cR6Ohab0MA
Munis piden convenios
La directora ejecutiva de la UNGL, Karen Porras le explicó a La Teja que en reunión con el ministro le explicaron la preocupación que tienen por el mal estado en el que se encuentran las vías nacionales.
“Fue impresionante ver la lista de los 22 alcaldes de la Unión contando que tienen puentes en mal estado, y algunos de ellos en carreteras altamente turísticas en Guanacaste, y quejándose porque cuando las municipalidades quieren invertir en los arreglos, si no tienen un convenio para arreglar las rutas nacionales, no pueden hacerlo, por eso también pedimos que se agilicen los procesos para poder atenderlo pronto”, detalló Porras.
Algunas munis tienen la plata para arreglar la ruta, pero no tienen el convenio firmado con Conavi y no pueden hacerlo porque se exponen a ser sancionados.
“La red vial nacional tiene un atraso en la reparación, no de ahora, sino de muchos años (unos 25), y las lluvias que apenas están en sus primeros meses amenazan con empeorar la situación, principalmente en los puentes”, dijo Porras.
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Con ella coincide el alcalde de Moravia y directivo de ANAI, Roberto Zoch, quien incluso asegura que los convenios con el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) tardan hasta cuatro o cinco años en firmarse.
“Cuando solicitamos al Conavi respuestas ante tantas inquietudes por la pésima condición en que se encuentra la red vial nacional en todos los cantones, lo único que nos responden es que ahorita no cuentan con presupuesto y que no tienen licitaciones activas por los casos a lo interno del Conavi”, compartió Zoch.
El alcalde moraviano agregó que “las calles están tan afectadas que ya están no solo entorpeciendo el tránsito de los usuarios, sino también del servicio público, ya que en muchos cantones los autobuseros han dicho que van a tener que detener la prestación de los servicios y eso preocupa mucho”.
Otros cantones están también presentando problemas para sacar sus cosechas agrícolas y producción ganadera, además se está deteriorando toda la maquinaria y los carros.
“Pedimos que nos transfieran los fondos y la responsabilidad de otras vías secundarias y terciarias, así como reactivar las plantas de asfalto para tener materia prima más barata para atender las vías ya destrozadas cuanto antes”, comentó Zoch.
Un platal
El directivo de ANAI insistió en la necesidad de una solución inmediata para las vías nacionales porque no cree que aguanten ni siquiera que termine este invierno y cada vez va a ser más caro repararlas.
“Se puede convertir en inviable la reparación y se van a tener que hacer nuevas todas las carreteras y va a salir muchísimo más caro y, no creo que el país, en este momento, tenga la capacidad de hacerlo”, sentenció Zoch.
En este punto coincide Roy Barrantes, coordinador de la Unidad de Evaluación de la Red Vial Nacional en Lanamme quien recordó que en el 2020 tras el anuncio del congelamiento de los contratos de mantenimiento hizo una estimación de la inversión requerida para tener las calles bien cuidadas.
“En ese momento, las proyecciones que se hicieron indicaban que para recuperar esa inversión, si se llegaba a este escenario, se necesitaba invertir ¢235.000 millones para recuperar las carreteras y llevarlas a como estaban en el 2019, eso es muy significativo.
También detectamos que en ese momento se estaban presentando inversiones ineficientes como por ejemplo, que en rutas que necesitaban ser reconstruidas o rehabilitadas, se les estaba haciendo mantenimiento. Esa cantidad de rutas rondaba una inversión cercana a ¢14.000 millones que se utilizaban en prácticas de conservación que no lograban mejorar la condición de las rutas”, explicó Barrantes.
Evaluación en proceso
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) está haciendo ya las evaluaciones de las calles de trascendencia nacional para preparar su informe 2022.
“Hace dos años hablamos de 5.100 kilómetros de red vial nacional pavimentada y estaban en un buen estado porque se les venía dando mantenimiento; sin embargo, a raíz de lo que pasó (casos Cochinilla y Diamante) se inactivan los contratos de mantenimiento e identificamos cerca de 1.300 kilómetros de red vial (26%) que se encontraban en una condición muy frágil, que se deteriorarían rápidamente sin esos contratos y hoy vemos que muchas comienzan a mostrar un enorme deterioro”, aseguró Barrantes.
El coordinador de Lanamme reconoció que hay tramos malos en todas las vías, pero que el Estado debe asegurar el buen estado de la red neurálgica que debe estar 24/7 funcionando y estas son: la ruta 1 (General Cañas y Berardo Soto), ruta 2 (San José- zona sur por el cerro de la Muerte, Interamericana sur); la ruta 32 San José - Limón, que podría cumplir un mes cerrada, la ruta 34 que es la Costanera sur y la ruta 27, entre todas concentran aproximadamente 1.600 kilómetros y por ellas transitan más un 85% de las importaciones y exportaciones del país.
Algunas rutas en mal estado: 32 San José- Limón: 247, 249 y 811 en Pococí, Limón; 10 San José Limón por Turrialba y 415 en Turrri; 2 Interamericana sur; 744 en Río Cuarto; 702 y 936 en Alajuela: 151 y 911 en Carrillo, Guanacaste; 157 y 160 en Nicoya, Guanacaste.
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