Las autoridades de la Caja salieron al paso por las acusaciones que se presentaron este jueves, cuando se denunció que no se hizo nada para avisarle a los pacientes que recibieron una válvula defectuosa en los años 80'.
En un comunicado de prensa, aseguraron que la comisión investigadora del hospital México determinó que la cantidad de muertes de pacientes a los que se les implantó válvulas cardíacas, en la década de los 80', no dan muestra de colocaciones valvulares defectuosas.
Así lo dijo el licenciado Rubén Alvarado Chávez, del área jurídica e integrante de una comisión que investigó el tema en el 2015.
Además, indicó que en el hospital México se realizó el procedimiento de recambio de válvulas cardíacas de la marca Bjork Shiley y que el centro médico implantó a 73 pacientes prótesis valvulares cóncavas convexas de tres tipos: mitrales, aórticos y mitro-aórticos.
"A 31 pacientes se les colocó la válvula aórtica, con un 81 por ciento de vida entre uno y 35 años después del procedimiento", explicó Floribeth Solano, jefa de registros médicos, también integrante de la comisión investigadora.
La Caja asegura que la investigación se hizo en el 2015, por la denuncia interpuesta por el señor Wainer de Jesús Castillo Huezo.
La comisión integrada por Alvarado, del área jurídica, Solano, jefe de Registros Médicos y el médico Julián Peña Varela, concluyó en el informe que “los porcentajes de mortalidad referidos a los procedimientos valvulares mitrales (16%), aórticos (17%) y mitro-aórticos (10%), reflejan porcentajes similares, que no dan muestra de colocaciones valvulares defectuosas que provocaran una catástrofe de mortalidad directamente relacionada con el tipo de válvula mencionada”.
Según esta comisión, los resultados determinaron que los 73 pacientes fueron monitoreados y atendidos a lo largo de su enfermedad, tanto en el hospital México como en sus respectivos áreas de salud, cercanas de donde viven.
También destacó que cada paciente tiene una condición de salud diferente, algunos presentan enfermedades asociadas como hipertensión, diabetes, problemas causados por tabaco, entre otros, por eso no pueden garantizar cuánto van a vivir.
“Son pacientes que luego del procedimiento deben recibir tratamiento inmunosupresor. Algunos logran vivir más años que otros. Las muertes están asociadas a otras patologías”, añade la Caja en el comunicado.