Cachí se llenó de color, diseño y arte, desde hace varios meses el centro de esta hermosa comunidad en Paraíso de Cartago, luce más alegre gracias a la iniciativa de Yismenia Solano, síndica local que se propuso dar un nuevo rostro a su pueblo.
La también artista gestionó los permisos con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) para decorar, con el talento de jóvenes artistas locales, los postes del alumbrado público, así como la pared de la delegación de la Policía local que sirvió además de ejemplo para demostrar que no todos los grafitis son malos.
Además, Yismenia ha sacado, con mucho esfuerzo, platica de su propio bolsillo para comprar las pinturas acrílicas y en lata para hacer las obras de arte.
“La idea empezó en el 2019 con la intención de embellecer más la zona y tratar con ello de motivar al turismo a que entre el casco central de Cachí porque como estamos fuera de carretera nacional cuesta mucho que la gente entre a visitarnos, pese a que contamos con zonas turísticas”, explicó Solano.
Otro intención que busca la iniciativa es la de dar a conocer que el distrito paraiseño cuenta con talento, pero está dormido y muchos de sus habitantes lo desconocen.
“Hay como dos reconocidos y para la gente solo ellos existen y mi interesó mucho porque los nuevos talentos son personas jóvenes. En total han participado cerca de 13 artistas”, agregó la gestora de la idea e impulsora de la galería a cielo abierto, como denominó el proyecto.
Solano participó recientemente en el mural que realizaron artistas mexicanos en el centro de Paraíso contra la violencia femenina e invitó al maestro David Castillo Celis, el 21 de marzo, a conocer la comunidad y salió muy satisfecho de ver la calidad de las pinturas.
“En especial quedó muy impresionado con las de Valeria Núñez, una joven que cuando la invité a participar me dijo que iba a intentar hacer algo y han sido dos murales de los más reconocidos de la galería”, explicó Yismenia.
Incluso, la mamá de Valeria contó que la joven se ha vuelto más desenvuelta y segura a raíz de su participación en el colorido proyecto.
Del centro a la montaña
EL proyectoiInició en el centro de Cachí y de ahí van avanzando hacia calle Boza, al final esperan llegar hasta Peña Blanca, el área más alejada del distrito. Otra área es la ciudadela Calderón que está al noroeste del centro, en sentido contrario a donde avanzan hoy en día.
Llevan cuatro murales y 12 postes. Más algunas fachadas de casas que los propietarios han ido sumando. También esperan embellecer los puentes
“A un costado de la iglesia va a haber un mural muy bonito confeccionado por un colectivo y en la casa del adulto mayor se hará otro con una parte de la historia del distrito y la esencia de lo que fue nuestro desarrollo”, explicó Solano.
En este mural participará Miguel Montenegro Sojo, un artista local y reflejarán cuando Cachí era una hacienda, lo hará dentro de aproximadamente un mes.
“Voy a pintar una medida de café del tiempo en que se hacía en carretas y otra parte tendrá un boyero con sus bueyes. Meteré dos o tres carretas, una midiendo, otra esperando y unas escogiendo el café, tendiendo en mantas (coletas), otro señor en movimiento vaciando un saco de café y la nieta y el perrito corriendo a su lado”, explicó el artista de 70 años, mejor conocido como Miguel Sojo.
Como el proyecto sigue en marcha y no cuenta con ningún patrocinio, Yismenia invita a los artistas que quieran donar su arte a que la contacten para incorporarlos.
Vaya a pasear
Si usted no conoce Cachí, aproveche para darse una vuelta y descubrir este bello pueblito, que nació como una hacienda de los Murray y poco a poco se ha ido desarrollando con pequeños emprendimientos turísticos como el hotel Quelitales y las truchas Las fuentes.
También hay muchos artesanos, por lo que podría comprar un lindo recuerdo.
Hasta el padre de la iglesia habló de lo que le gustó el proyecto en misa, pero como nunca falta un mal amansado ya tuvo que ir a retocar dos obras porque las habían rayado.
Otro de los artistas participantes fue Alonso Calderón, grafitero que se apuntó para lograr llamar la atención de la gente a que vean los grafitis con otros ojos.
El mural diseñado por Calderón es de tres metros de alto por 4,5 metros de ancho, donde plasmó dos rosas enormes y una mariposa.
Hace nueve años junto a su grupo Dôcrà (familia) se dedica a esto y buscan apoyar a las comunidades que quieran lucir su bello arte.