La pastelera Susana Cabezas ha vivido una montaña rusa de emociones en los últimos días gracias a la bendita mantequilla.
Primero se divirtió al subir a redes sociales un video en el que se veía comprando 103 barritas de mantequilla, de la que está escasa en el país, pero luego se sintió incómoda porque muchos usuarios de TikTok la juzgaron e hicieron malos comentarios, después se sintió atacada porque hubo personas tan violentas que hasta la compararon con una violadora o una narcotraficante por haber comprado tantas unidades de ese producto.
Pero este martes todo cambió y la historia del polémico video dio un giro inesperado que renovó las fuerzas de la joven pastelera.
“Nunca esperé esto, pero he recibido muchos mensajes de gente que sacó el tiempo para decirme que no me ahueve, que no escuche lo negativo, que la siga pulseando, mucha gente incluso me pidió que volviera a poner público el video porque yo lo había archivado para evitar más ataques, así que lo hice.
“Yo tenía como un mal sabor de boca, como un trago amargo y la nota que salió en La Teja ha ayudado a ver la situación de otra forma. Muchas personas me escribieron al messenger, hasta subieron los seguidores de mi página ‘Choco Love’, me felicitaron por mis trabajos y me impulsaron a seguir adelante con mi proyecto”, contó con tono alegre la vecina de San Ramón de Alajuela.
Susana dice que agradece profundamente a quienes sacaron el ratico para ponerle un mensaje positivo porque ayudaron a darle un final feliz al tempestuoso capítulo del video.
“Estoy muy contenta de ver que todavía hay personas que se alegran por el bien de los demás, por ver que personas encuentran los recursos para trabajar, incluso muchos pasteleros me escribieron para decirme que están en la misma situación y que a ellos también les causó gracia el video”, agregó.
El famoso video lo grabó Susana el viernes pasado en el Masxmenos de San Ramón, cuando fue a comprar unos vino y se topó con una promoción de mantequilla que no dudó en aprovechar, ya que debido a la escasez tiene semanas de no conseguir lactocrema por ningún lado, entonces ella fabrica la suya y para eso necesita mantequilla.
Ella aclaró que aunque sí compró bastante barritas no se las llevó todas, dejó 90 en la cámara. Además, aseguró que lo hizo para poder sostener su negocio de pastelería, ya que sin ese producto no puede hacer muchas de sus delicias.