Don Alejandro Guevara Muñoz fue criado en varias partes del país (San Ramón, Liberia, Curridabat y San Pedro) pero sus visitas a Atenas, cuando era tan solo un chiquillo, se encargaron de dejar en su corazón un amor para el resto de su vida.
Fue en los campos atenienses donde se enamoró de los bueyes y las carretas, pasión que lo impulsó a crear hace 13 años la página “Boyeotico” en Facebook, dedicada a todos los boyeros del país.
Él recuerda como si fuera ayer cuando su abuelita paterna, Victoria Arguedas, lo recibía con mucho amor en Atenas y lo ponía a hacerle mandados, algo que él disfrutaba tanates porque se daba sus escapaditas para ver pasar los boyeros del Alto del Monte que iban para el mercado del cantón manudo. Él se montaba en las carretas para que le adelantaran el viaje la pulpe y le agarró el gusto.
Ese amor por los bueyes y las carretas se terminó de cocinar gracias a su papá, don David Guevara y su mamá, doña Elizabeth Muñoz, quienes le regalaron el libro “La carreta costarricense”, publicado por Constantino Láscaris y Guillermo Malavassi en 1975.
Raíces ticas
“Crecí en una casa donde era asunto de todos los días escuchar música de Lencho Salazar (Lorenzo Salazar, folclorista tico), de leer libros como “Concherías” (de Aquileo Echeverría); “Cuentos de angustias y paisajes” (de Carlos Salazar Herrera) y los “Cuentos de mi tía panchita” (de Carmen Lyra). Ese ambiente me inculcó un respeto profundo por las raíces ticas, nuestras tradiciones y me terminó de enamorar de la carreta y los bueyes”, asegura don Alejandro.
Al crecer la pasión comenzó a fotografiar cuanta carreta con bueyes se le atravesaba. Poco a poco se cargó de fotos e investigaciones sobre nuestros boyeros.
La chispa que necesitaba para conectar su pasión con las redes sociales se la dio su esposa, doña Magallis Guerrero, quien, en el 2007, al ver que su marido tenía muchas fotos e historias le lanzó una pregunta que 13 años después sigue respondiendo con material nuevo casi todas las mañanas: “¿por qué no abre una página en Facebook y comparte su pasión con el país?”.
Redes sociales
Como era un mundo nuevo para él, don Alejandro agarró al vuelo la idea de doña Magallis y abrió una página, pero fue un perfil de Facebok con su nombre y rapidito se dio cuenta que necesitaba abrir un Fan Page al que bautizó “Boyeotico”.
Boyeotico tuvo un pegue inmediato entre los boyeros del país, porque don Alejandro comenzó a publicar álbumes con fotos de nuestras carretas y sus boyeros.
Imágenes de boyeros que sacan arena en el río Tempisque, de familias apasionadas de los bueyes y las carretas, de trapiches que son movidos por bueyes, de campesinos abriéndole surcos de amor a la tierra por medio de una yunta, de fabricantes y decoradores de carretas, entre otros.
Y como no podía ser de otra forma, don Alejandro ya le modificó el ADN a su hija, Andrea, hoy de 19 años, pero que desde pequeñita se apasionó por el boyeo. Ella estudia Animación y colabora mucho con la página del tata, quien nos respondió con precisión nuestras consultas.
–¿En qué año llegó la primera yunta a América?
Fue durante el segundo viaje de Cristóbal Colón, en 1493. En la Cédula Real de ese viaje se consigna ganado vacuno, arados y unos bueyes, que llegaron a la isla La Española, la que es hoy República Dominicana y Haití.
–¿Hay un ganado criollo costarricense?
Sí. Es el doran, el cual es un cruce de un ganado de Inglaterra que importaron en 1860 y uno de raza retinta español. Al ser especie criolla es más resistente a las enfermedades, come de todo y se enferma poco.
–¿Por dónde entraron las primeras carretas al país?
Por Nicaragua, durante la Colonia. Recordemos que Nicaragua tuvo más auge colonial y fue así como nos ingresó el carretón español, que tenía las ruedas más altas y fue diseñado para terrenos planos.
–¿Es la carreta de Guanacaste igual a la del Valle Central?
No. En Guanacaste se una carreta sin pintar que se llama cureña. Ese nombre viene de las carretas militares que se usaban para mover cañones y que tenían forma de i griega.
Tienen ruedas de madera de una sola pieza y se desarman cuando se necesitan para jalar maíz y arroz, ya que se le acomoda un cajón y cuando tienen que jalar madera, se le quita el cajón y se montan las tucas sobre la horqueta.
El cajón, por cierto, se desarrolla con más fuerza en el Valle Central y tiene que ver con el café, además, es pintada y con rueda de ocho cuñas, que más resistentes.
Escuelas, colegios, universidades, el propio Ministerio de Educación le han hecho consultas a la página Boyeotico, las cuales don Alejandro responde con mucho cariño. Todos los viernes realiza un Facebook Live Cuentos en Carreta, a las 8 de la noche, con temas relacionados con boyeros, además, tiene un canal en You Tube que se llama: “Alejandro Guevara Muñoz”.