Si usted tiene una platica ahorrada en la casa, o es tan fino que al chanchito le mete billetes en lugar de monedas, mejor quiebre la alcancía y gaste los que le queden de ¢20.000 y ¢50.000 antes del 1 de enero del 2022.
Eso sí, solo aplica para los billetes viejitos, que eran en papel algodón, ya que los “nuevos”, a los que todos tendemos a llamarlos plásticos, seguirán circulando sin problema.
“La recomendación del Banco Central es que, quien tenga en su poder billetes de ¢20.000 impresos en papel algodón, los utilice para pagar en el comercio hasta el 31 de diciembre. A partir de esa fecha, esos billetes siguen teniendo valor, pero deben ser canjeados o depositados en un banco, preferiblemente en el banco en el que el ciudadano mantenga su cuenta”, explicó Marvin Alvarado, director del departamento de Emisión y Valores del BCCR.
A los “viejitos” de ¢5.000 les llegará el turno el 1 de marzo del 2022 y a los de ¢2.000 el 1 de mayo del próximo año.
Así que ya sabe, si no quiere ir a hacer filas al banco, mejor, use todos los billetes de esas denominaciones que le queden en su poder.
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