Hidratan y refrescan
Más del 90% de la composición de las hortalizas, las cuales son la base de las ensaladas es el agua. Comer ensalada es una forma sencilla y rápida de hidratar el cuerpo durante los días calurosos.
Dan vitalidad
Los vegetales son una fuente excelente de vitaminas que regulan varios procesos orgánicos, como el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Depuran el organismo
La acción depurativa, desintoxicante y diurética de las ensaladas se debe al alto contenido de agua y potasio que tienen, al bajo aporte de sodio y a la presencia de aceites esenciales que dilatan los vasos renales.
Así, el comer ensaladas diariamente contribuye a eliminar el exceso de líquidos y resulta beneficioso en caso de hipertensión, retención de líquidos y producción escasa de orina.
Con la orina se eliminan sustancias de desecho disueltas como el ácido úrico y conviene comerlas en caso de padecer hiperuricemia y gota, afecciones articulares o diversos reumatismos o en personas con tendencia a formar cálculos renales.
Los vegetales más diuréticos son el apio, espárragos frescos, escarola, endibia y cebolla.
Protegen la piel
A través de variadas ensaladas aportamos los nutrientes básicos para mantener la piel en perfecto estado.
Las hortalizas de llamativos colores (zanahoria, remolacha, chile, tomate, etc.) aportan beta-caroteno que se transforma en vitamina A ⇨ renueva la piel y las mucosas y vitamina C ⇨ mejora la producción de colágeno, una proteína que mantiene la piel tersa y sin arrugas.
Si se acompañan de aguacate o frutos secos y se condimentan con aceite de oliva virgen y germen de trigo, se enriquece la ensalada en ácidos grasos insaturados imprescindibles para mantener una piel estructurada e hidratada y de vitamina E que evita la aparición de manchas de envejecimiento.
Regulan la función intestinal
Por la riqueza en fibra de los vegetales, las ensaladas pueden prevenir o aliviar el estreñimiento.
Además, la fibra contribuye a reducir el colesterol en sangre y al buen control de la glicemia (nivel de azúcar en sangre), beneficioso en caso de colesterol alto y diabetes.
Ensalada verde. Rápida de preparar, muy nutritiva y perfecta para los más tradicionales. Se pueden mezclar diferentes aceites (oliva, girasol, soja…), distintos vinagres (manzana, jerez, eneldo…), hierbas aromáticas (cebollino, perejil, ajo, orégano, albahaca…) y frutos secos.
Ensalada mixta. Miscelánea de sabores al mezclar vegetales con ingredientes de origen animal (carnes, pescados, huevo, queso, yogur…). Es un plato muy nutritivo, rico en proteínas y bien combinado, se puede convertir en el ejemplo de una cena ligera, pero muy saludable.