La composición nutricional de las uvas varía ligeramente entre un tipo y otro (verdes y rojizas o negras), pero podemos decir que siempre contienen vitaminas del grupo B, especialmente la B6, vital para mantener el buen funcionamiento del cerebro y para la formación de glóbulos rojos.
Además son ricas en potasio, un mineral relacionado con la trasmisión y generación de los impulsos nerviosos y el funcionamiento muscular.
Las uvas tienen un gran poder antioxidante porque contienen sustancias (que les dan su color y aroma) como los antocianos, flavonoides y taninos que promueven la prevención del envejecimiento, las enfermedades degenerativas y del corazón y ciertas enfermedades como el cáncer. Contienen en menor cantidad otros micronutrientes como el magnesio, calcio y ácido fólico.
Su contenido de fibra es mayor cuando se consumen con cáscara, lo cual ayuda a prevenir el estreñimiento y puede bajar el colesterol en la sangre.