La ministra de Economía Victoria Hernández no había terminado de dar el anuncio de que este viernes 9 de octubre reabrirán los bares cuando el popular Beto Copas estaba con la boca hecha agua y llamando a su amigo Gallina para pedirle que vaya de una vez a guardarle campo en su local preferido.
Beto, interpretado por el humorista Alejandro Quirós, vio la luz al final de la sequía.
“Sé que me va a salir cara esa vuelta, pero vale la pena el sacrificio. No me puedo quedar sin campo este viernes”, contó Betico cuando le preguntamos cómo se estaba preparando luego de semejante anuncio.
Ahora dice que debe maquinar es cómo se le escapa a la doña, pero que fijo se le ocurrirá algo. Ya tiene maestría en eso.
“Ya me quedaba la última candela prendida con la que le he estado pidiendo a Dios que todo volviera a la normalidad y pudieran abrir los bares. No ve que esa es la zona de confort de nosotros los hombres, cada vez que salía a la pulpería y volvía la doña me decía ‘qué dicha que ya llegó el único que hace caso en esta casa’, porque ni los güilas'”, recordó Beto, quien dijo que --como a tantísimos-- ya le hacía falta la salidita con los compas.
Dice que ha bajado siete kilos (uno por mes) porque nada de chifrijitos, sopita de mondongo ni cubaces con costillita de cerdo y ya está en una pura baba pensando en las bocas.
“Ya tenía la buchaquita para cuando llegara este día de la reapertura de los bares. Está bien escondida, espero que la doña no la haya encontrado”, dijo.
La noticia lo alegró tanto que no le puso atención al resto de la información y se imaginaba llegando a las dos de la mañana a la casa. Pasó por alto que el horario se ajustará a la restricción, o sea, de lunes a viernes los bares cerrarán a las diez de la noche y el fin de semana a las ocho.
“Va a haber que tomar corcor para que no le pase a uno las del borrachito que se quedó encerrado en el bar y empezó a llamar al dueño a la casa para preguntarle a qué hora abrían”, contó Beto.
No es igual
Para Beto Copas --un doctor en este tema-- no es lo mismo saborear unas birritas en la casa, como a veces lo ha hecho. El bar es otra cosa.
“Son mentirosos los que dicen que es igual. En el bar uno se relaja y se le olvidan las normas que tiene la Constitución llamada señora. En la casa uno es un ángel”.
Sobre la adaptación de las barras --que deberán tener divisiones de acrílico para evitar los contagios-- piensa que se sentirá como en esas partes de las cárceles gringas que vemos en las películas, o sea, donde los presos hablan con visitas por medio de un teléfono.
Pero, diay, se tendrá que acostumbrar si quiere volver a disfrutar el barcito.
“Todo eso hay que soportarlo. Soy un hombre tenaz y valiente”, dijo el jumas.
“A lo que vinimos”
Cuando le contamos que tampoco podrá desgalillarse con “El Rey” o la “Puerta negra” cuando se le suba, dijo que tampoco hay bronca. Habrá que aplicar el “a lo que vinimos” y asunto resuelto.
“No sé qué voy a hacer. Ya no se puede hablar ni abrazar como lo hacía con ‘Tapae' dulce’, mi compañero de tandas. Voy a estar yo con yo, pero soportaré con ahínco... aunque no sé ni qué significa ahínco”, dijo entre risas, feliz pensando en el viernes.
Pero antes de irse, Betico se puso serio y mandó un mensaje a quienes como él extrañan el barcito.
“Soy muy respetuoso de las normas y protocolos del ministerio de Salud, para mantenerme sano, por eso mato al virus desde adentro, para no exponer a nadie”.
¿Qué habrá querido decir?
“Casi lloro de la felicidad”
La Teja también conversó con José Francisco Quesada, presidente de la Asociación de Bares y restaurantes (Asobarest) y quien confesó que cuando escuchó a la ministra dar la noticia casi llora.
“Estamos muy contentos porque hay muchas personas que la están pasando muy mal y la última parte que hacía falta que nos aprobaran era lo del protocolo de las barras. Había un sector que estaba quedando excluido y nos preocupaba esa parte”, comentó.
Eso sí, asegura que lo toman con mucha responsabilidad.
“Lo tomamos como un compromiso que debemos mantener y cumplir para poder seguir abiertos pues la situación económica era bastante dura”, agregó.
Afirma que solo conoce de un bar --“La Deportiva”, en Alajuela-- que ya había instalado las divisiones y que le tomó dos días. Confía en que los demás podrán adecuarse pronto, lo que podría frenar a algunos es la falta de plata.
La ministra Hernández dijo que son aproximadamente 4.500 bares los que podrán abrir y que generan entre cinco y diez trabajos cada uno (de 2.250 a 4.500 bretes).
Música instrumental
Otro aspecto que llamó la atención es que la música en los bares deberá ser instrumental y mantenerse a un volumen no muy alto, para que la gente no tenga que gritar al hablar.
Esta fue la norma que no le pareció muy lógica a Quesada, quien comparte lo del volumen, no la otra parte
“Es un poco absurdo el que solo se pueda escuchar a Mozart o a Bethoveen y no salsa o merengue porque el mismo dueño velará para que nadie baile o cante a todo volumen”, aseguró.
Bueno, pero eso es lo que hay.
Requisitos para abrir
- Locales a media capacidad, no aplica si no cumple con el distanciamiento de 1,8 metros de distancia entre respaldares de las sillas de cada mesa. Si tiene terraza, esa área entra en las mismas reglas de capacidad permitida
- Debe especificar fuera del local la capacidad de personas que pueden entrar
- Cumplir con una capacitación en protocolos que darán la Cervecería y el INA
- Marcar el distanciamiento como guía para los clientes y evitar tumultos
- No se puede bailar
- Municipalidades y Fifco harán revisiones sorpresa para ver que se cumplan las reglas.