La pequeña Bianca Soto Sánchez, de solo dos meses de edad, estuvo este domingo en su primera procesión de Domingo de Ramos.
Su mamá, Daniela Sánchez, la alistó tempranito para ir a la actividad con la que los católicos dan inicio a la Semana Santa.
LEA MÁS: Miles de personas en Cartago se quedaron sin electricidad este sábado ¿Qué pasó?
Ellas son vecinas de barrio Corazón de Jesús, en Aserrí, y siempre van a las actividades religiosas de la parroquia San Rafael Arriba de Desamparados.
Durante toda la procesión, la pequeña estuvo dormida y su mamá feliz y agradecida con Dios, porque ve a su bebita como un milagro.
“Traer a mi hija aquí hoy es muy especial para mí porque mi abuelita, María Prado, siempre nos traía. Ya mi abuelita no está con nosotros, pero yo quiero mantener esas tradiciones ahora con mi hija, me siento orgullosa de poder seguir su legado.
“Es un reto educar a los hijos en la fe católica y lo asumo como tal, es lo que yo deseo hacer con mi hija, quiero que ella tenga las mismas creencias que mi abuela nos enseñó a nosotros”, contó la orgullosa mamá.
Daniela llevaba a su hija a misa desde que estaba en la pancita siempre que podía, ya que gran parte del embarazo tuvo que guardar reposo.
LEA MÁS: Una plantita de origen asiático es la aliada ideal para cuidar su salud
“Yo la llevo a misa y lo veo como una promesa, porque Bianca fue un embarazo complicado, sin embargo, gracias a Dios todo salió bien y ahora vivo agradecida con Él por eso”.
Con esta procesión de Domingo de Ramos los católicos de todo el mundo dieron inicio a la Semana Santa en la que reflexionan sobre la pasión y muerte de Jesús.
¿Cuál vergüenza?
Muchos católicos son fieles a la Semana Mayor y van a todas las celebraciones. Los días más significativos son el Jueves Santo, que se conmemora la Última Cena y la instauración de la eucaristía; el Viernes Santo que se recuerda la muerte de Jesucristo, el Sábado Santo que se hace la vigilia pascual y el Domingo de Resurección.
Steven Parks es un muchacho de 26 años que este domingo se vistió de apóstol y participó en la procesión del Domingo de Ramos, en la que se recordó la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
A diferencia de muchos jóvenes, a los que les da vergüenza participar en las cosas de Dios, Steven lo disfruta muchísimo.
El cuenta que cuando tenía unos 15 años un primo lo invitó a participar en un grupo de jóvenes de la parroquia San Rafael Arcángel y desde entonces está muy metido en el tema.
“Tengo bastante tiempo de estar por aquí en la parroquia, me gusta mucho participar en las actividades porque siento que es devolver algo de lo mucho que Dios nos da.Yo trabajo en el grupo de jóvenes Guerreros de Cristo y me encantan estas cosas.
LEA MÁS: ¿Cuál vergüenza? Joven disfruta vestirse de apóstol y participar en las procesiones de Semana Santa
“Poco a poco se ve que se van perdiendo estas tradiciones católicas y creo que es bueno aportar ese granito para mantenerlas vivas”, dijo el muchacho.
Steven trabaja en un bufete de abogados y son pocas las personas que comprenden la forma en la que él disfruta la fe católica.
“La gente siempre le dice a uno: ‘¿usted tan joven metido en las cosas de la Iglesia?’, eso es parte de todo esto, pero a mí me gusta, los que somos seguidores de Jesús somos poco entendidos, pero sí nos entendemos entre nosotros mismos.
“Siempre he pensado que al que le da vergüenza estas cosas, el que no se acerca a las cosas de Dios, es porque realmente no conoce, porque es más aburrido el mundo que la iglesia, totalmente, siempre lo he pensado, los momentos más felices de mi vida los he vivido en la iglesia”, aseguró.
El relato de la pasión de Jesús
Otro aspecto característico del Domingo de Ramos es que en el evangelio se lee la Pasión, un largo relato que detalla cómo Jesús comparte la última cena con sus discípulos, fue traicionado, entregado a las autoridades, apresado y llevado a una cruel e injusta muerte en la cruz.
Monseñor José Rafael Garita, obispo de la diócesis de Ciudad Quesada, recordó que estos hechos deben servir para que los fieles echen para su saco y mejoren sus vidas.
LEA MÁS: ¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?
“Solemne e impresionante es el relato de la pasión, según San Marcos, que hemos escuchado. Nos presenta paso a paso, momento a momento, el abandono, el rechazo, la humillación, la traición, la condena, la cruz y la muerte de Jesús que ha sufrido como varón de dolores.
“El evangelista nos presenta a este siervo sufriente como el Hijo de Dios. Ante la pasión, vemos actitudes contrastantes: la traición de Judas, el abandono de los apóstoles, la negación de Pedro y su arrepentimiento, el rechazo de la misma gente que lo había aclamado un día como hoy, la cobardía de Pilato, la ayuda del Cireneo, la compañía de las mujeres en el calvario y la fe del centurión que reconoce a Jesús como Hijo de Dios. Todo esto es expresión del amor más grande, inimaginable, extremo e infinito de Dios por nosotros”, expresó.
El cura dijo que al entrar en la semana más importante para la fe cristiana, deben analizarse los más grandes misterios de la salvación, la semana en que ha quedado patente el amor más grande del mundo.
“Hermanos y hermanas, los invito a que la vivamos acompañados de dos actitudes fundamentales:
“1. Contemplemos y profundicemos este misterio de amor infinito de aquel que se humilló, pasó por la pasión y la muerte por nuestra salvación. Pensemos cuánto valemos para Dios, qué precio ha pagado por nosotros. Cristo se ha entregado por nosotros para que tengamos vida nueva y para que podamos superar el orgullo, la soberbia, la violencia y una cultura de muerte con actitudes de amor, misericordia y perdón.
LEA MÁS: Semana Santa: Roble de 98 años alistó la palma que bendijeron en cientos de iglesias
“2. Acompañemos y vivamos muy unidos a Jesús durante estos días. Meditemos, oremos en un clima de recogimiento, espiritualidad, reflexión, austeridad y unión familiar, pero, sobre todo, hagamos pascua: pasemos de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, del egoísmo al amor, del hombre viejo al hombre nuevo. Tengamos los mismos sentimientos de Cristo que obedeció, se humilló y se entregó”, manifestó el obispo.