El grupo Piecitos Valientes, integrado por papás de niños que tiene pie bot (una malformación de nacimiento en los pies), recibieron tres donaciones de férulas, provenientes de países amigos que quieren darles un empujón.
Estos pequeñitos necesitan un tratamiento para poder corregir ese problema y las férulas son fundamentales en el proceso.
Verónica Castro es una de las coordinadoras del grupo y mamá de Royer, un pequeño con esa condición, ella está toda contenta porque esos aparatos son bastante caros, pero gracias a dos donaciones hechas por una fundación inglesa y por una estadounidense, el grupo obtuvo férulas para 36 angelitos.
“En el país se consiguen otros tipo de férulas, pero la calidad no es la misma comparado a las que nos donaron. Estos aparatos son muy importantes, en una primera etapa los niños deben usarlos las 24 horas y en una segunda etapa doce horas al día, pero si no son de buena calidad, pueden generar un retroceso”, contó Verónica.
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Ella dice que cuando los papás ven por primera vez a un bebé con pie bot se asustan, ya que es una condición poco conocida, por eso esta valiente mamá lucha por que cada vez el padecimiento y el tratamiento sean más conocidos y lo hace a través del grupo de Facebook que creó, llamado Piecietos Valientes - Pie Bot Costa Rica (https://www.facebook.com/groups/201873344057273).
Tratamiento efectivo
Los niños con pie bot (el pie tiene una alteración en su aspecto, se ve como torcidito hacia adentro) pasan por tres etapas, primero les ponen yesos en las piernas, luego a algunos les hacen una operación en los pies y ya después deben usar las férulas.
Fanny Zúñiga, otra de las mamás del grupo, contó que en el caso de su hijo Ian, le pusieron sus primeros yesos a los once días.
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Como los bebés van creciendo, les van cambiando los yesos, a Ian le pusieron cuatro y luego le hicieron una operación en el tendón de Aquiles, la cual pretendía darle mayor flexibilidad. Después de eso los chiquitos deben usar la barra de Dennis Brown, que es de metal con las férulas a ambos extremos y que las mamás llaman “zapatos mágicos”.
“Ya a los dos meses y medio mi chiquito estaba operado y usando las férulas, fue un poco complicado porque una ortopédica de aquí le hizo unas, pero estaban mal y tuvimos que mandarle a traer unas a Estados Unidos, pero son muy caras.
“Verónica y yo hemos visto que muchos niños pasan por lo mismo, les dan férulas que no están bien hechas y eso afecta en el proceso, por eso esta donación significa tanto para nosotros, los que tenemos niños con esta condición”, aseguró.
Ian es un ejemplo de que el tratamiento es muy efectivo ya que gracias a la constancias de sus papás, él pudo caminar una semana antes de cumplir el añito. Ahora tiene un año y diez meses y lleva una vida normal, solo usa las férulas cuando duerme.