¿Con los baldazos de estos días descubrió goteras en la casa y no tiene plata para cambiar las latas? ¿Le advirtieron de los peligros de su instalación eléctrica? ¿Tiene ganas de darle una cara nueva a la casita poniéndole cielo raso?
Para llevar a cabo cualquiera de estas obras (u otras) es necesario hacer una inversión que muchas veces se sale del presupuesto de las familias de más escasos recursos. Pero, suave.... Para echarles el hombre nació el Banco de Mejoras, que desde hace casi un año (lo cumple en junio) es como un ángel de la guarda financiero.
Veamos la historia de Carlos Hernández, quien forma parte de una de las 17 familias que ya han logrado un préstamo en el banco y gracias a los ¢1,2 millones que pidieron prestados, cambiaron en gran parte la cara de su casa.
"Cambiamos la instalación eléctrica, pusimos cielo raso, forramos todas las paredes y hasta cambiamos de lugar la cocina y el baño para darle una mejor distribución a la vivienda", explicó Carlos, vecino de Concepción Abajo de Alajuelita.
Las vueltas para el préstamo son sencillas. La familia y el gerente de la institución se sientan a conversar y son los primeros los que dicen cuánto pueden pagar de cuota, a partir de ese punto se llega a un acuerdo sobre el monto del préstamo que se necesita.
Estudiantes le echan el ojo
Para garantizar que la platica será bien invertida y en el propósito para el cual se solicitó, el banco asesora a las personas durante todo el proceso y hasta se encarga de comprar los materiales que indique el maestro de obras con la supervisión de estudiantes de Arquitectura de la Universidad Latina. La idea de todo esto es garantizar un buen trabajo.
"Todo salió muy rápido, vi un mensaje en el Face de la municipalidad un miércoles en la noche, le escribimos esa misma noche, don Erick (Mora, gerente del banco) nos respondió, coordinamos y el sábado ya tenía los materiales en mi casa para empezar a trabajar", recordó Saray Benavides, esposa de Carlos.
Como se dice, todo fue miel sobre hojuelas.
Eso fue hace dos meses y ya la casa tiene una cara nueva. "Lo que hace falta arreglar es el piso, por eso le dije a mi esposo que nos apuráramos a cancelar el préstamo para sacar otro después con ese fin", comentó Saray, a quien le brillan los ojos de la contentera por como le quedó el nidito familiar.
El Club de Leones de Alajuelita le echó la mano al banco en la selección de casos. Se presentaron 150 familias y ya se les giró el préstamo a 17.
¿Cómo funciona?
Cuando se han sentado a hablar para ponerse de acuerdo, don Erick les explica a las personas que, en la medida en que cumplan con los pagos, se les está abriendo la oportunidad a otras familias para que también puedan arreglar sus casas.
"Una señora que había cumplido con todo el proceso para obtener el préstamo se nos acercó antes de que se lo diéramos y nos explicó que ya no iba a poder sacarlo pues su hijo necesitaba someterse a un tratamiento médico y ya no tendría ese dinero disponible, pero nos pidió que apenas se acomodara nuevamente le permitiéramos optar por él. Definitivamente así será, porque nos demostró su responsabilidad al explicarnos su caso", dice el gerente.
El monto máximo de préstamo es $2.000 (aproximadamente ¢1,2 millones) que deben pagarse a un año con un 9% de interés fijo. Pero hay posibilidades de excepciones y el tiempo de pago puede ser de año y medio o dos años máximo (pero antes se debe hacer un estudio).
Ese fue el caso de Carlos, quien recurrió al tope máximo y por ello le dieron dos años para pagar con una cuota de ¢48.000 mensuales.
"La mayoría de los préstamos que nos piden son montos mucho menores, de ¢300.000 a ¢800.000 máximo y hasta la fecha todos los clientes nos han quedado bien con los pagos", afirma Mora.
El único requisito para aprobar el préstamo es que la persona no esté alquilando, sino que su casita sea propia, así todas las mejoras que haga serán disfrutadas por los dueños.
"Las ganancias del banco las reinvertimos para préstamos, no se distribuyen entre los socios", Erick Mora, Gerente
Tanto empresas como personas pueden conocer más información en la página del Banco de mejoras www.bdmcr.org, que acaba de aliarse con Fundameco para ayudarles a las empresas a mejorar sus instalaciones de acuerdo a la Ley 7600 para personas con discapacidad.