Estos tiempos modernos nos llenan de obligaciones de todo tipo y ante tanto compromiso nos podemos cargar de estrés a tal punto que hasta nos veamos afectados en la salud como, por ejemplo, perdiendo el cabello por puños.
Rocío Ramírez tiene 50 años, es vecina de Santo Domingo de Heredia y sabe muy bien el daño que le hace el estrés al cabello porque en dos épocas de su vida comenzó a perder pelo por montones.
“Es muy normal que a las mujeres se nos caiga el cabello todos los días. Nos damos cuenta en el baño, pero pasé de recoger poquitos de pelo a recoger grandes cantidades.
“Cuando me di cuenta se me habían hecho dos huecos sin pelo en la cabeza y no tenía idea de lo que me pasaba. Asustada por lo que estaba viviendo fui al doctor, pagué medicina privada, y fue donde me explicaron que tenía alopecia nerviosa y me la provocaba el estrés que estaba viviendo”, recordó la herediana.
Ocupó sicólogo
Logró superar esa caída del cabello bajándole al estrés; sin embargo, años después, casada, con hijos y trabajando, el estrés le aumentó y volvió a perder mucho pelo y volvieron los dos huecos sin pelo.
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“No olvido que terminé con inyecciones en la cabeza en los huecos donde no me nacía pelo. Para una como mujer verse con dos huecos en la cabeza más bien me provocaba más estrés y me puse peor.
“No le voy a hacer el cuento muy largo, terminé donde un sicólogo, me metí fuerte con grupos de la iglesia, le bajé al estrés, aumenté las actividades para relajarme y con toda esa ayude volví a superar la pérdida de pelo”, aseguró doña Rocío.
Pandemia afectó
Así como a doña Rocío le pasó a Evelyn Alvarado, vecina de La Guácima de Alajuela y quien tiene 37 años. De un pronto a otro el pelo se le comenzó a caer por montones y se asustó mucho. Doña Evelyn tiene dos síntomas, precisamente, de un alto nivel de estrés: cansancio excesivo y falta de energía.
“Estoy convencida que todo lo que significó la pandemia me afectó mucho, el encierro, el miedo a la muerte, en fin, uno se preocupa mucho. Al inicio creí que era porque me teñía el pelo, pero después entendí que era otra cosa lo que me afectaba. He ido mejorando al aumentar los tiempos de relajación y diversión”, explica.
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La Asociación Costarricense de Dermatología (Asoderma) reconoce al estrés como un responsable de la pérdida de cabello y otras consecuencias que afectan los músculos, el corazón, el sistema inmunológico, el aparato digestivo, el cerebro, piel y cabello.
“La piel es uno de los órganos que más fácilmente muestra signos ante el estrés y sus reacciones pueden ser variadas. Entre las consecuencias más comunes están los popularmente llamados brotes o salpullidos, que son realmente eccemas provocados por los cambios hormonales que causan las emociones, así como las manchas y el acné.
“Sin embargo, pueden originarse complicaciones mayores que requerirán de tratamientos más agresivos como la psoriasis o la alopecia, que es la caída del cabello”, comenta el médico dermatólogo Allan Sunikansky, miembro de Asoderma.
¿Por qué se cae el cabello?
“La caída de cabello por consecuencia del estrés puede darse tanto en hombres como mujeres. Lo que sucede, es que los cabellos que se encontraban en fase de crecimiento pasan de forma agresiva a la fase de caída, evitando que crezca pelo nuevamente mientras el estrés continúa.
“La buena noticia es que el pelo crece nuevamente al terminarse los episodios de estrés o ansiedad, pero en ciertos casos se necesitará la estimulación de un tratamiento brindado por un dermatólogo”, respondió el doctor Sunikansky.
Según el dermatólogo, algunos de los consejos básicos para combatir el estrés y ansiedad son realizar actividades como pasatiempos o actividad física para lograr canalizar las emociones y ayudar a la mente a concentrarse en otro tipo de tareas.
Es cierto que no solo el estrés provoca la pérdida del cabello, también afecta una dieta deficiente, falta de sueño, problemas de tiroides, déficit de hierro, infecciones, anemia, la edad, el exceso de tintes, problemas inmunológicos y el tratamiento con quimioterapia.
Por estos días una química-farmacéutica tica, la doctora Xinia Bonilla, quien tiene una especialidad en productos naturales, lideró un grupo de trabajo que se encargó de desarrollar un producto natural que ayuda contra a la caída del cabello en hombres y mujeres, se llama Pantol, el cual tiene querratina y L-cistina.
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A los únicos que no puede ayudar es a los que son calvos por genética, pues, según explicó la especialista, “la fórmula reconstruye y repara los folículos ya existentes, pero no puede producir nuevos. Donde haya folículos ahí crece pelo, pero muchos hombres por genética tienen partes de su cabeza solo con piel, no tienen estos conductos”, explicó.
El suplemento alimenticio que elaboró, bajo el nombre de Pantol y producido por Centroamericana de Comercio CENCO, incluye como componentes principales queratina y L cistina, la queratina es una proteína que tenemos desde que nacemos y que ayuda a formar los tejidos del cabello, las uñas y la capa externa de la piel, pero con el envejecimiento se va desgastando, lo que provoca que la piel se arrugue y manche y el pelo pierda fuerza, grosor y brillo.
Este producto ya se puede comprar en farmacias y macrobióticas de todo el país.