El Centro Diurno de Atención al Adulto Mayor “Los Años Dorados”, del josefino barrio Cuba, se puso sus mejores trajes y se llenó de alegría para festejarle a doña Susana Filomena Cruz Vanegas sus 100 añitos de edad.
Tremenda fiesta montaron en el lugar y fue toda una sorpresa para la cumpleañera, a la cual ni por la mente le pasaba que le tenían tan linda celebración con el salón bien adornado, un sabroso queque, comidita especial, música en vivo y tamaño poco de regalos.
Como nos invitaron con mucho cariño, nosotros ni lerdos ni perezosos nos fuimos a compartir tan linda pachanga. No fue paja, cuando llegamos lo primero que nos topamos fue a doña Susana sacándole brillo a la pista de baile, así como lo leen, con 100 años y no le aflojó a la salsa y al merengue.
Todo lo alistaron los del centro junto con algunos de los 6 hijos vivos de la cumpleañera. Por eso también fue tremenda sorpresa para ella ver a dos amigas mexicanas que tenía 10 años de no ver, porque estuvieron presentes en la fiesta de los 90 años y le prometieron que cuando cumpliera 100 no le fallarían.
La celebración fue el pasado 11 de agosto, justo el día en que hace una teja de años nació doña Susana en San Juan del Sur, en Rivas de Nicaragua. Hace un poco más de 45 años, nos contó, vive en Costa Rica, tierra que ama.
Sobreviviente
“En esa celebración de mis 100 años no puedo dejar de acordarme que hace 27 años me diagnosticaron cáncer de útero, o sea, pude no haber llegado a este día, pero Dios es quien tiene la última palabra y aquí estoy”, comentó la festejada, quien nos dejó esperando porque la sacaron a bailar la segunda canción.
Tuvo 12 hijos, de los cuales 6 están vivos. En la fiesta estuvieron presentes María, la hermana Milena (de la congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana) y Guillermo. Fue demasiado lindo verla bailar con sus hijos que tanto la quieren.
“Es lindo llegar a los 100 años como llegué yo, disfrutando de la vida. Me encanta venir al albergue todos los días, aquí hago manualidades, voy a paseos a cada rato y disfruto con la compañía de gente linda”, comentó la centenaria mujer.
María, la hija, agregó: “Mamá es demasiado activa para su edad. No se puede estar quedita, si no está tejiendo, está haciendo alguna manualidad y cuando ella va a un paseo y hay piscina, pues ella nada. Le cuento que la semana pasada fuimos a un paseo familiar y ella nadó y disfrutó mucho”.
Sin abusar, come de todo, no hay comida que no le guste. Es buena para el café, pero tampoco se abusa. Lo que no perdona son los atoles, esos le fascinan. Le encanta sentarse a disfrutar un buen plato de arroz y frijoles con un huevito duro y ojalá con guineo.
Centenario grupo
Para el último día de mayo pasado, en el país había 773 costarricenses con 100 o más años, según los datos oficiales del Tribunal Supremo de Elecciones.
Ahora doña Susana se une a ese centenario grupo que incluye 262 hombres y 511 mujeres. Específicamente con 100 años exactos de edad, el país registra 104 hombres y 185 mujeres, 289 en total.
“Hay que alimentarse sanamente para llegar a 100 años. La comida de la casa es la más rica y la mejor para la salud. Hay que hacer ejercicio y, sobre todo, mantener la mente ocupada. Soy una persona alegre y llena de Dios”, recomienda esta vecina de barrio Cuba.
Sus hijos hablaron de esa carga mamá: “Siempre ha sido una gran madre, entregada al 100% a sus hijos. Con el paso del tiempo nos ha dado grandes consejos para que todos llevemos una vida buena y correcta. Se esforzó al máximo por todos sus hijos”, explicó María, quien vive con ella.
Las hermanas mexicanas Laura y Lilliam Torres Treviño, de Monterrey, Nuevo León, viajaron desde su país exclusivamente para compartir la fiesta de los 100 años de su amiga, a quien conocieron por medio de la hermana Milena.
“Estuvimos presentes cuando cumplió 90 años y le aseguramos que para la fiesta de los 100 años volveríamos. Es una mujer increíble, llena de vida y muy alegre. Es lindo celebrar los 100 años de vida como doña Susana, con mente y corazón felices y agradecidos”, dijo Laura.
Haydee Prado, administradora del albergue, asegura que la cumpleañera no parece que tuviera una tejita de años. “Es muy activa y apuntada a todas las actividades que hacemos aquí. Cuando hay un paseo es la primera que se anota en la lista. Le encantan las manualidades, sobre todo pintar”, reconoce la administradora.
Nos dejó doña Susana otro consejo para que podamos llegar a tener una fiesta de 100 años. “No hay que andar buscando el peligro en la calle, uno debe ser del hogar, compartir con su familia sin hacer problemas. Por estos días hay mucha muerte, debemos buscar más de Dios y quedarnos en casa”.