La exiliada nicaragüense Rayza Hope y su gran amiga Berenice Zeledón estaban a punto de cerrar el negocio de flores que administran en San José centro, la tarde noche del sábado 2 de octubre cuando las sorprendió un hombre armado que las golpeó hasta dejarlas en el suelo y sin conocimiento.
Una persona muy cercana a Hope contó al medio nicaragüense Nicaragua Actual que el agresor, quien no ha sido identificado, llamó por sus nombres a las dos mujeres y eso, según el medio, confirma que se trató de un atentado.
Hope nació, creció y vivía en el departamento de León, en Nicaragua. Debió exiliarse en Costa Rica por oponerse al régimen de Daniel Ortega y de su esposa, Rosario Murillo.
“Hay que tener cuidado porque están viniendo hasta Costa Rica a buscar cómo matarnos, tenemos que denunciar, esto no fue un asalto, fue un ataque dirigido”, explicó una amiga de Hope.
“Pensé que me iban a matar, lo vi a los ojos y él quería matarme, tengo golpes en todo el cuerpo, mañana me hacen tomografía para descartar cualquier cosa”, dijo Rayza, quien en sus redes sociales les confirmó a los grupos de exiliados nicaragüenses en Costa Rica que, aunque está muy golpeada, sigue en pie de lucha.
Un abogado de nombre Marlon Medina comentó a Nicaragua Actual que Hope cerró la cortina de la ventana, cuando “de pronto un sujeto que vestía chaqueta negra con capucha y una mascarilla que le cubría gran parte de su rostro ingresó al local, cerró la puerta y las encañonó”.
Manifestó que ambas mujeres, (Hope y su amiga) pedían a gritos no ser asesinadas “porque tenían hijos”.
Este es el segundo ataque contra un exiliado nicaragüense en el país.
La noche del 11 de setiembre fue atacado a balazos en Escazú el dirigente Joao Maldonado, quien organizaba junto a otros exiliados una marcha por San José para protestar contra las atrocidades de Ortega.