La Asociación Huellas de amor empezó a trabajar hace cinco meses con las madres solteras y sus hijos en la ciudadela 25 de Julio, en Hatillo.
Diego Escobar, presidente de la asocia, dice que su objetivo es, además de brindarles comida a través de los comedores infantiles, darles un acompañamiento integral, tanto en el campo psicológico, sociológico, educativo y cultural.
“Muchos de los niños tienen ídolos falsos y lo que buscamos es guiarlos por el camino del bien y presentarles las alternativas, tanto a ellos como a los jóvenes con quienes trabajamos en deporte, cultura y ambiente”, explicó Escobar.
En el caso de las madres cabeza de hogar están trabajando en subirles la autoestima, porque muchas dejaron atrás su personalidad para volcarse de lleno a sus hijos.
“Como muchas de ellas no cuentan con trabajo, ni la capacitación para salir adelante se les brindan cursos, pero van más allá, hay acompañamiento y hasta se aseguran de conseguirles trabajo para garantizar que mejoren sus condiciones de vida”, añadió.
Otras personas de buen corazón que conocen el proyecto les donan becas para enseñarles manicure, pedicure, peluquería, inglés o bisutería y las acompañan a ferias donde pueden ofrecer sus productos.
Karla Benavides, miembro de la Asociación de Desarrollo 25 de Julio se mostró satisfecha por el apoyo, que les permite brindarle un espacio a los pobladores y sus hijos.
En cuatro años de fundada, Huellas de amor benefició a más de 2.500 niños, jóvenes y madres de las comunidades de Liberia, Pijije de Bagaces, San Luis de Upala, Heredia centro, Hatillo, Sagrada Familia y San Sebastián.
Sin embargo, buscan asentarse definitivamente en la 25 de julio con un comedor propio y más adelante un centro de cultura para sembrar la semilla y que perdure en el tiempo.