Laura Araya Mendoza y su familia están preparando todo para reunirse a festejar la Nochebuena y el Año Nuevo, ya que, como casi todo el país, en el 2020 no pudieron hacerlo.
Como ella, muchos están llenos de esperanza por la baja de contagios de las últimas nueve semanas, entre otras razones, porque ya el 90% de la población cuenta con al menos una dosis de la vacuna.
El mismo ministro de Salud, Daniel Salas, dijo esta semana que la gente se puede reunir para celebrar las fiestas, incluso rompiendo las burbujas, pero fue claro en las recomendaciones que sí se deben cumplir: que sea en lugares abiertos y ventilados, con pocas personas, usando mascarilla y que todos estén vacunados.
Justamente, esos son parte de los cuidados que Laura y su familia mantendrán, para poder continuar con la tradición familiar de pasar estas fechas unidos. Ella habló con sus tías para plantearles la idea y comenzó la organización.
“Nos vamos a reunir en la casa de mis tías María del Rosario y Maria Elena Mendoza, que tienen un patio muy grande, además todos en la familia estamos vacunados, hasta mis primos los menores de edad tienen puestas las dos dosis”, explicó.
En total, calculan que serán unas 20 personas las que asistan, entre tíos, primos, su mamá Margarita Mendoza y su esposo Francisco Obando, a la vivienda ubicada en Cedros de Montes de Oca, un lugar que se caracteriza por ser ventoso y más en estas fechas de diciembre.
En cuanto a si se establecieron otras reglas para poder reunirse ese día, Laura dijo que ellos siempre han sido muy rigurosos con las medidas sanitarias, incluso antes de la pandemia.
“Nosotros desde que inició la pandemia, hemos acatado todas las reglas del Ministerio de Salud. Incluso, tengo familia en el área de medicina y, desde antes de que surgiera todo esto, ya éramos muy educados en ese sentido de lavarnos las manos antes de entrar a alguna casa”, comentó la organizadora de la fiesta.
Otra buena práctica que tenía desde antes, era la de andar una botellita de alcohol para desinfectarse las manos por aquello de que hubiera tocado algo que pudiera estar contaminado con un virus. También la de lavarse las manos luego de atender a alguna persona.
Por eso, cuando llegó la pandemia no se le dificultó adaptarse, porque ya era parte de su rutina tener dichos cuidados.
“Los de la familia que trabajan en el área médica nos han enseñado a tener esas costumbres y ahora con más razón lo hacemos”, agregó.
Los Mendoza son muy unidos y mantienen una relación muy bonita, por eso siempre les ha gustado celebrar los cumpleaños de sus miembros y el año pasado no pudieron.
“Ya este año uno siente como que gracias a Dios va pasando, o al menos eso parece. Claro, siempre hay que guardar las medidas y por eso, sin necesidad de decirles, ya todos saben lo que tienen que hacer para cuidarnos”, agregó Araya.
Además, siempre en esta línea, tratarán de no demostrarse mucho su cariño con abrazos u otras formas.
LEA MÁS: A colacho ya le pusieron las dos vacunas contra el covid-19
Pijamada por Jesús
Otros que ya están planeando la celebración de este 24 de diciembre son los Zúñiga Morales, quienes están preparando una pijamada para celebrar la fiesta en honor al Niño Jesús.
Así nos lo explicó doña Doris Zúñiga, quien es la organizadora de la pachanga para el disfrute de los chiquitines de la casa.
“En nuestra familia tenemos bastantes niños y como las noches están como frías, se nos ocurrió comprarnos pijamas alusivas a la Navidad y nos acomodaremos en la cochera de mi casa que es bastante amplia”, contó.
Como la mayoría de los asistentes serán niños menores de diez años, tendrán piñata, confites y por supuesto los regalos que trae el Niñito Dios, que será el homenajeado de la fiesta.
“Mis sobrinas me propusieron que por qué no hacíamos algo sano y desde octubre la estamos planeando. Son como 15 niños, más sus padres. Yo vivo con dos hijos y uno de ellos tiene dos bebés y todos tenemos una temática de pingüinos, otros vendrán de superhéroes navideños, galletas de jengibre, todo con motivos alusivos a la fecha”, agregó doña Doris.
Esta familia tendrá su celebración en Guápiles, donde reside doña Doris, quien el año pasado solo la pasó junto a sus hijos César, Juan Diego, Rónald y Carlos, y sus nietos Lucas, Amanda y Juan David, porque aún no había nacido José Manuel, el chiquitín de tres meses.
“Este año sí vienen mis hermanas Yamileth, Iriable, Mirna y Clara y mis sobrinas con sus hijos y nietos. El año pasado no festejamos por la pandemia”, relató la guapileña.
A excepción de los chiquillos, ya todos en la familia están vacunados con ambas dosis, solo su nuera Yasmín Picado se acaba de aplicar la primera porque prefirió esperar a que el bebé tuviera los tres meses para hacerlo.
Ya habían tenido “un ensayo” hace cuatro meses, con el té de su nuera, y para asegurarse que cada uno se desinfectara, el recuerdito que dieron fue una botella de alcohol y todos se mantuvieron con el cubrebocas puesto en todo momento.
LEA MÁS: Experto de la la UCR dice que serán necesarios refuerzos anticovid periódicamente