EscucharMuy poquitos lo conocen como Paul de Jesús Vasconcelos Chavarría; sin embargo, al decir que hablamos de Pikos, el torero improvisado, mucha gente sí lo reconoce porque lo ha visto desde el 2019 en las transmisiones televisivas de los toros de fin y principio de año.
No solo es que lo hemos visto capeándose toros sino que también lo vemos celebrar cuando le quita pañuelos a los cachos de los animalotes casi sin ningún problema. Eso sí, nos recordó que en el 2020 estuvo al filo de la muerte cuando uno lo revolcó tan feo que le quebró 5 costillas y una de ellas le perforó el pulmón derecho.
Es tan carga que el próximo domingo 5 de enero, cuando finalicen los toros en Pedregal, que transmiten canal 6 y 7, Pikos se consagrará como el hexacampeón (6 títulos) quitando pañuelos de los cachos.
Pero no lo hace por puro amor, qué va, es que están cargados de platica: entre 50 y 25 mil colones, si es que el toro no se complica, porque cuando es bien chiva, los ganaderos incluso aumentan a 100, 150 e incluso 200 mil colones.
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Los que hemos visto las transmisiones de Pedregal entre 2024 y 2025, vemos a Pikos a cada rato subiendo a recibir platica porque quitó uno. Por eso lo buscamos, para conocer un poquito más de este torero improvisado que, según habíamos calculado, en este fin y principio de año se ganó un millón de colones a punta de ser tan valiente… No andábamos tan largo.
Miedo no se va
Paul nació en el barrio Corazón de Jesús de Liberia, está soltero y sin hijos. Don Paul Vasconcelos, el papá, es santacruceño, y doña Esmeralda Chavarría, la mamá, es liberiana. Tiene 22 años y desde el 2019 comenzó con el apasionado y riesgoso oficio de torero improvisado.
“Comencé agarrado de las varas (atrás de la barrera) en las Fiestas Cívicas de Liberia (que por cierto este 2025 serán del 19 de febrero al 2 de marzo). Fui poco a poco agarrando el valor para meterme en la arena. No olvido que fue en Liberia donde por primera vez, en el 2019, me metí como improvisado, el toro era El Nica.
“Esa primera vez lo hice con mucho miedo, de hecho, hasta el día de hoy uno siente miedo cuando se mete, pero aquella primera vez me entró pánico y no sabía ni qué hacer, fue tanto así que el toro me pegó un sustote y me revolcó. Fue una revolcada que me asustó mucho y al mismo tiempo me provocó un enamoramiento total hacia las corridas de toros”, recordó Pikos.
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Las fiestas liberianas del 2019 fueron en febrero y ya para diciembre de ese mismo año estuvo en el redondel de Pedregal. “Fui poco a poco, pero a buen ritmo. En Liberia entendí que esto de ser torero improvisado es una pasión. Uno lo hace por puro amor”, reconoció.
Tremendo susto
Poco a poco avanzó y todo iba puras tejas, pero llegó un frenazo en seco en enero del 2020, en las Fiestas Típicas Nacionales Santa Cruz 2020 (que las de este año son entre el 14 y el 19 de enero en honor al Santo Cristo de Esquipulas, el Negrito guanacasteco) cuando un toro lo revolcó y le quebró 5 costillas.
“Esa vez estuvo bien feo el asunto, una de las cinco costillas que se me quebraron me perforó el pulmón derecho. Fue en plena pandemia. Pasé 15 días internado con muchísimo dolor en todas partes.
“Mis amigos, mi familia y todo el mundo me decía que me retirara, que entendiera que la vida me había dado una segunda oportunidad, por eso sí pensé en el retiro. Al verme en una cama todo golpeado se me quitaron las ganas.
“Los doctores me advirtieron que debía guardar reposo total por un año, cuando me decían reposo total no hablaban de los toros, eso me lo dieron por obligatoriamente olvidado, pero ya en diciembre estaba de nuevo como improvisado ¡qué va! La pasión me ganó. No niego que tenía mucho miedo, pero con miedo y todo me metí otra vez”, recordó.
Hexacampeón
Les dijimos que en el 2019 debutó como improvisado y lo hizo al estilo de los grandes porque quedó campeón de los pañuelos y fue reconocido como el Mejor Torero Improvisado.
Desde aquel debut al 2024-2025, ha ganado 5 veces el título de los pañuelos y le falta el del próximo domingo.
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Nos cuenta que al ganar ese título le tocan unos ₡750 mil y con la plata por cada pañuelo se redondea entre ₡1.200.000 y ₡1.500.000. En este fin y principio de año ya va por ₡800 mil a punta de su valentía, a eso hay que agregarle la plata por su nuevo “campeonato”, cuando se lo confirmen el 5 de enero, unos ₡750 mil más.
“Le voy a contar algo, ayer (2 de enero) logré empatar mi propio récord histórico, 34 pañuelos. Hay corridas tarde y noche este viernes (3 de enero), sábado y domingo, y tengo una gran meta, llegar a los 40 quitados a los cachos de los toros”, advirtió.
¿Cuál es su secreto? “Encomendarme a Dios y besar mucho el rosario que me da mi mamá. Ella cada año me da un rosario nuevo. Mi técnica es sencilla: agarrar al toro por la espalda, cuando va dando la vuelta ya voy en plena carrera. Cada pañuelo que quito me da demasiado miedo”, respondió.
Así como en la tele, ¿a quién le agradece? “A mi familia por rezar por mi tanto, a la familia Camacho León y a Decasa”.
¿Qué sigue? “Las fiestas de Liberia”, responde este improvisado que usa tacos de fútbol, protectores en las costillas y piernas. “Se improvisado es una adrenalina, una emoción inexplicable”, concluye.
