Cientos de vecinos de Zarcero se dieron cita para despedir a Evangelista Blanco, el papá del parque de Zarcero, a eso de las 11 de la mañana de este miércoles 28 de junio.
La iglesia de Zarcero fue el escenario en el que varios pobladores llegaron a dar el último adiós, a quien por muchos años se dedicó a mantener el parque bien bonito.
Con flores, entre lágrimas y rostros muy conmovidos los familiares, amigos y vecinos, se presentaron a la iglesia, la cual se llenó con personas que recordarán a don Evangelista por su amor al prójimo y al parque que él siempre consideró como un hijo.
Durante la misa se entonaron cantos religiosos y la eucaristía fue dirigida por el padre Earle Betancourt y el expárroco Horacio Arias, quienes destacaron las virtudes de don Evangelista, conocido cariñosamente como “Lista”.
“La muerte de Lista tiene un efecto en su familia, amigos y comunidad, pero su legado es signo de orgullo no solo para Zarcero, sino para el país”, explicó Arias, expárroco de la parroquia de Zarcero.
Asimismo, el religioso manifestó que la eucaristía es el mejor homenaje que le pudieron hacer por todo lo que ha representado para el pueblo.
“Lo despedimos con sentimientos encontrados por la falta que hará en la familia, pero con la felicidad de que ha encontrado a Dios y nada le hará falta”, aseguró.
De igual manera, el párroco agradeció todo lo que don Evangelista hizo.
“Le damos gracias no solo por todo lo que hizo, por este parque, sino por su amor al prójimo, fue un hombre feliz, realizado y que supo vivir”, agregó Arias.
Don Evangelista Blanco Brenes, falleció este martes 27 de junio a los 84 años.
Hay que recordar que don Evangelista estuvo enfermito durante varias semanas, eso sí, estuvo al pie del cañón adornando y recortando su amado parque hasta que la salud se lo permitió.
Él tenía años de estar pensionado, sin embargo, como siempre dijo, mantener como un ajito el parque era algo que hacía por amor y no por dinero, por eso todos los días se levantaba a las cuatro de la mañana y a las cinco o antitos tenía en sus manos las inseparables tijeras para hacer las figuras que lo hicieron famoso en todo el país.