Un grupo de productores arroceros de todo el país protesta este jueves 8 de diciembre frente al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en San José, para demostrar, una vez más, el grave daño que les provoca la Ruta del Arroz, impulsada por el actual gobierno y respaldada por el ministro del MAG.
De acuerdo a lo que nos explica la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), los agricultores demandan el inmediato regreso del impuesto del 35% al arroz importado, ya que eso permitirá empatar las condiciones de los productores nacionales para competir con las importaciones de arroz procedentes de otros países.
“La rebaja del impuesto sin análisis del impacto social deja en desventaja a los productores nacionales, a quienes las agroindustrias (que no están dentro del Programa de Consejo Nacional de Producción -CNP-) pagan sumas que no cubren ni los costos de producción. Lo más duro se da porque los productores dependen de ellas, ya que el arroz, contrario a otros granos, no se cosecha listo para llevar a la mesa de los consumidores, sino que viene por naturaleza en granza.
“Esta es una cubierta altamente corrosiva, compuesta por sílice y que debe ser desprendida por maquinaria industrial especializada, que solo posee la agroindustria arrocera nacional.
“Además, el arroz debe almacenarse en granza por al menos tres meses para que logre la textura que agrada al consumidor, si se cocina un arroz recién cosechado, se siente completamente pegajoso y no es grato al paladar.
“La cáscara del arroz es utilizada en muchos lugares como combustible y generador de gas, para construcción, como sustrato en hidroponía, para hacer camas para cría de aves, para cuadras de caballos, como composta y abonos, entre otros”, explica Conarroz.
Durante la protesta los productores repartieron bolsitas con arroz en granza a quienes pasaron por el MAG para que conozcan cómo sacan el grano de las plantaciones y el porqué de su dependencia de la agroindustria.
“Ningún ser humano podría consumir directamente el arroz como lo producimos los agricultores nacionales, por eso dependemos de la agroindustria y en este momento nos sentimos entre la espada y la pared, teniendo que dar nuestra cosecha a precios ridículos, pero sin otra alternativa.
“No es como ocurre con los frijoles, que usted los puede empacar y vender en cualquier parte, y cuyos productores en el pasado recibieron ayuda solidaria de medios de comunicación y empresas para que pudieran vender sus cosechas, con el arroz el proceso es más complicado y debe sí o sí pasar por la agroindustria, no vemos a la diputada Pilar Cisneros comprendiendo esta realidad y respaldando a este sector”, manifestó Luis Corea, productor.
El pasado 17 de noviembre representantes de los productores arroceros se reunieron con el presidente Rodrigo Chaves, y aseguran que les demostró su interés por desaparecer Conarroz y con ella, a los productores nacionales.
“No vemos interés por parte del Gobierno de generar alternativas viables y de sostenibilidad para el sector arrocero, todo lo contrario, observamos la convicción del presidente de desmantelar la producción de este grano en el país, de hecho, Chaves me instó a que no le heredara a mis hijos esa ruinosa actividad”, aseguró Wendy Vargas, productora y presidenta de la Asamblea de Productores de Arroz.
“Por la Ruta del Arroz, la agroindustria está comprando nuestro grano a precios internacionales lo cual, se traduce en pagos muy bajos para el agricultor, lo que causará la rápida desaparición de la producción nacional. ¿A quién están beneficiando a costa de familias de zonas rurales?“, comentó el señor Álvaro Meza, arrocero nacional.