Cuando arranca el período lectivo, también inicia una muy dolorosa temporada para los pequeñitos de la casa y es la de dientes quebrados.
El Hospital de Niños se llena de casos en que por un descuido en la buseta de transporte de estudiantes, como un frenazo, el chiquito pega la boca en algún lugar y se quiebra uno o dos dienticos, incluso, hasta tres.
La directora del Hospital Nacional de Niños, Olga Arguedas, nos alertó sobre este caso en particular, porque al andar circulando más de siete mil busetas escolares en las calles del país, los casos de golpes y fracturas aumentan bastante.
“Los papás deben enseñar a sus hijos a respetar el cinturón de seguridad. Ahora comienza la época en que recibimos mucho niños con sus dienticos quebrados porque al no ponerse el cinturón se fue de frente en la buseta que frenó de repente y pegó con la parte dura del asiento, pegó con la cabeza de un compañerito, en fin, pegan con algo y se lesionan muy dolorosamente”, afirmó la doctora Arguedas.
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Para la directora, esos accidentes son muy comunes y como solo fue un simple frenazo en donde no hubo un choque, no están en las estadísticas, pero sí es algo a lo que los papás deben ponerle mucho cuidado. Un niño que no se ponga el cinturón de seguridad en la buseta queda expuesto a todo tipo de accidentes.
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Algo que le para la peluca a doña Olga son los casos de niños que abren la ventana, sacan una mano o la cabecita y reciben un golpe que urge atención médica.
“Tenemos que enseñarle a esos pollitos el comportamiento correcto en la buseta. Los papás tienen que entender que lo que más aman va en ese vehículo y si no se comportan como se debe, si no andan el cinturón de seguridad, pueden lesionarse muy fuerte”, dijo Arguedas.