La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) sacó caja para anunciar que en el 2017 metieron 20 mil nuevos cilindros de gas en el mercado y que mandaron a la basura cinco mil envases que estaban hechos leña.
Sin embargo, eso es como una gota de agua en el desierto, porque la cantidad de los envases deteriorados que andan en la calle es muy superior.
La meta es sustituir 500 mil cilindros en un plazo de cinco años, con la colaboración de las plantas envasadoras, porque representan un peligro para las personas, al no reunir las condiciones de seguridad mínimas.
O sea, esos cinco mil cilindros que Aresep lanzó a la basura son solo el uno por ciento de los 500.000 que deben sacar de circulación. Solo han revisado 28.816 cilindros de los 500 mil que deben sustituir, lo que es apenas el 5,7 por ciento.
Además, los 20 mil nuevos representan el 4% de lo que hay que sustituir.
La selección de los cinco mil cilindros en mal estado se hizo mediante 72 inspecciones de la Autoridad en lugares donde los tienen a la venta como pulperías, supermercados y otros, expresó Mario Mora, intendente de Energía.
El regulador general, Roberto Jiménez, expresó: “la seguridad no es negociable. Por eso, incentivamos que las empresas sean responsables en todos los niveles de la cadena: desde el envasado hasta su venta final”.
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Los 20 mil cilindros nuevos son de 25 libras y son los más utilizados por la gente.
Jiménez dijo que por primera vez en la historia del programa se logró que la calidad del gas tuviera un 70% propano y 30% butano, lo cual favorece a todos los consumidores, porque el producto calienta mejor, con mayor eficiencia.
Durante el año 2018, la Autoridad Reguladora brindará especial atención a vigilar que los usuarios reciban la totalidad de producto que pagan, es decir, que no les metan diez con hueco.