Este jueves entró a regir el más reciente aumento en el precio de los combustibles y marcó un récord histórico del país: el precio por litro de gasolina súper llegó a ¢951 (subió ¢42), la regular a ¢927 (subió ¢38) y el diésel ¢904 (¢59 más).
Por otro lado, la Autoridad Reguladora de Servicios Püblicos (Aresep) anunció el cambio en la forma de fijar los precios de los combustibles; sin embargo, ni se emocione mucho porque dicho cambio no significaría una baja importante y para terminar de hacerla, no se aplicará al menos en las próximas dos solicitudes de aumento (mayo y junio), aclaró Carolina Mora, encargada de prensa de Aresep.
La Intendencia de Energía tiene 30 días naturales para revisar los nuevos costos e iniciar la primera fijación ordinaria.
La buena noticia es que el precio del cilindro de gas LP, utilizado por miles de familias para cocinar, bajó alguito y ahora el de 25 libras costará ¢10.859 (¢188 menos). Algo es algo.
Con respecto a la metodología que usará Aresep, el analista financiero Daniel Suchar opina: “Está haciendo más honestos los precios de referencia para poder aprobar un precio más justo de los combustibles, pero eso no quiere decir que va a bajar el precio de las gasolinas de buenas a primeras, va a ser un valor con mejor base de cálculo. Sí va a ser un precio menor, pero no serán cien colones menos, a lo sumo serán cinco o diez″.
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¿Qué se tomará en cuenta?
Daniel Fernández, director del Centro de Desarrollo de la Regulación de Aresep, explicó que la metodología fue aprobada recientemente por la junta directiva de la institución.
“Esta metodología incluye varias modificaciones entre las cuales dos son las más importantes: que se están utilizando costos reales de importación de producto, lo que hace que el atraso en la tarifa se pueda diluir en el tiempo y sea más preciso y lo segundo es que el valor que se está utilizando incluye todos los costos de la cadena de suministro”, añadió Fernández.
Los gastos a los que se refiere el funcionario de Aresep son: que el precio del producto en el puerto incluye ya el costo del flete para traerlo a Tiquicia, el margen de comercialización, los seguros por traerlo y los costos portuarios; todos estos valores antes eran un estimado y no lo que realmente pagaba la Refinadora Costarricense de Petroleo por el combustible.
“Otra de las mejoras del nuevo mecanismo es que incorpora términos de eficiencia en los procesos productivos de comercialización de los combustibles, los cuales Recope está obligado a cumplir y se le fija un precio de ganancia máximo para que Recope, si lo tiene a bien, pueda solicitar una ganancia menor a la que tiene aprobada por la Aresep”, dijo Fernández.