El arbolote de Navidad del Hospital Nacional de Niños (HNN) cumple 42 años este 2024 y está pura vida de salud, al punto que un experto de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) nos confirmó que está tan pura vida como si se tratara de un carajillo de 15 años.
Este miércoles 13 de noviembre nos fuimos a los jardines que hay frente a la entrada principal del HNN para conversar con los amigos de la CNFL, quienes muy amablemente nos recibieron y nos contaron las buenas nuevas sobre la gran salud de la que goza el árbol de ciprés que es iluminado año con año desde 1964.
Marco Montero del departamento de Proceso, Recursos Naturales y Mejoras de Cuenca de la CNFL estaba empunchado chineado al arbolito que tantas alegrías nos da cada diciembre y nos dijo una frase que de verdad nos alegró demasiado: “tenemos arbolito de Navidad para muchos años”.
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Al preguntarle cómo encontró al arbolito este año nos dijo: “A este árbol se le pone abono orgánico que es producido con lombricompos, se le pone madera picada y procesada, además, se le rocía con lo que se conoce como microorganismos eficientes que se aplican en una mezcla con melaza en toda el área de copa, antes y después de su iluminación.
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“Los cuidados que se le dan promueven un mejor intercambio de microorganismos y le da una mejor capacidad para absorber los nutrientes del suelo. Ese es el papel que juegan los microorganismos en las raíces”, explicó Montero.
Nos asegura don Marco que el ciprés está en una muy buena condición de crecimiento (tiene unos 12 metros). Tanto la CNFL como el HNN vigilan que la zona de raíces no se compacte mucho, o sea, que no le pasen cerquita con maquinaria muy pesada y que no sean dañadas por el paso de la gente.
“Las luces no son un problema para el árbol ni lo lastiman. Puedo decir sí que por el tiempo que las tiene puede que reduzca el proceso de fotosíntesis, pero actualmente no está en etapa de crecimiento. No son luces que le generen un calor que lo queme, no. Este es un ciprés común y corriente, igual al que compramos para poner en diciembre en la casa”, explica el trabajador de la CNFL.
60 años iluminando felicidad
El 24 de mayo de 1964 se inauguró el Hospital Nacional de Niños doctor Carlos Sáenz Herrera. Durante ese primer año, doña Marta Montis de Martínez (quien ya falleció), diplomática y voluntaria del HNN fue quien tuvo la idea de poner en los jardines un árbol de Navidad para llenar de felicidad a los chiquitos internados.
Los primeros 18 años se iluminó un árbol que se ponía especialmente para la época, pero en 1982 se comenzó a iluminar el actual árbol.
Las iluminaciones arrancaron en 1964 y siempre fue la CNFL la encargada de poner las lucecitas y donar la energía eléctrica, o sea, este año se cumplen 60 años de iluminar la ilusión de miles de niños en el país y especialmente de los que están internados durante el mes de diciembre.
La iluminación del arbolito de Navidad del Hospital de Niños será el próximo jueves 5 de diciembre.