Los diputados aprobaron este jueves, en segundo debate, un proyecto de ley para congelar el impuesto único a los combustibles por seis meses.
Además, este viernes el presidente de la República, Rodrigo Chaves, aprobó y firmó la directriz, por lo que ya es toda una realidad.
La idea es frenar los constantes aumentos en la gasolina y el diésel.
La votación tuvo el aval de los 48 legisladores presentes en el plenario, es decir, fue unánime.
La iniciativa congela los ajustes que por inflación se hacen sobre el impuesto, por los seis meses a partir de la fecha de su publicación en La Gaceta.
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, había informado de que el proyecto evitaría que el tributo creciera en ¢12 por litro para los conductores durante el segundo semestre del año.
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Ese ahorro de ¢12 por litro sería en la gasolina súper, mientras que correspondería ¢11,62 para la regular y ¢6,87 en el diésel.
Esas cifras se aplican al escenario de una inflación interanual del 8,71%. Si la inflación es de un 4%, como la había calculado el Banco Central el año pasado, el ahorro es aún menor: ¢5,5 por litro.
Actualmente, el litro de súper está en ¢1.059 por litro, mientras que el de regular en ¢1.021 y el de diésel en ¢909.
En tanto, el impuesto representa ¢279 en cada litro de súper, ¢266,7 en la regular y ¢157,7 en el diésel. La intención es mantener esos montos.
En la carta, Acosta agregó que el impacto en los ingresos del Estado sería hasta de ¢13.500 millones durante el segundo semestre del 2022.