Si piensa que su hijo está sufriendo de bullying en la escuela o el cole, le vamos a dar un par de pistas para que logre identificarlo o, incluso, saber si es él quien ataca a sus compañeros.
El agresor es una persona con problemas psicológicos y con autoestima baja, eso lo oculta siendo un matón. Es un líder negativo. No tiene la capacidad de ponerse en los zapatos del otro (empatía).
Vienen de familias problemáticas, agresivas, que resuelven todo por los gritos y la violencia. Son padres descuidados con sus hijos, que creen que con darles todo lo material, dejando la parte afectiva de lado, cumplen con su responsabilidad. Eso es violencia y por eso sus hijos lo repiten.
Por su parte, la víctima es introvertida, con características físicas que llaman la atención (gordito, flaquito, usa anteojos, es pequeñito, se le considera más débil). Muchas veces hay una sobreprotección en el hogar y no tienen las herramientas psicológicas para enfrentar un ambiente escolar.
Cuando su hijo o adolescente constantemente se levanta y le dice que no quiere ir a la escuela, porque tiene dolor de cabeza, vómito o malestar de estómago, hay que prestar atención y ver realmente qué hay de fondo.
Si empezamos a notar un bajonazo en la parte académica, que llegan con la ropa rota, sin los libros, con la cartuchera perdida todo los días, golpeados, sin los cuadernos... los padres deben actuar y revisar qué está pasando. Si hay duda, mejor vaya al colegio. Los chiquitos lo saben todo, ¿cuáles son víctimas de bullying?, ¿quienes son los agresores?
La autoestima hace que pierdan todo el interés hacia la vida y la cotidianidad, pueden involucrarse en situaciones de alto riesgo, abandono escolar, dejan de comen, no duermen bien.
Si un chico que llega a caer en una depresión, se nota su desmejoramiento físico, hay cambios violentos de mala forma, es momento de ver qué pasa, no solo decir que son los cambios de la adolescencia.