Una cruz de Caravaca ubicada 200 metros al norte de la basílica de Los Ángeles era el límite que separaba a los españoles de los mulatos y los indígenas en el siglo XVII.
Para esas épocas, los españoles gobernaban la provincia de Costa Rica, pues aún no nos habíamos independizado y ellos ordenaron a los mulatos e indígenas trasladarse a vivir a las afueras de la Vieja Metrópoli en 1676.
Para ello, mandaron a colocar una cruz de Caravaca típica española que indicaba que a partir de ella hacia el este era territorio de los pardos y hacia el oeste de los europeos.
"Hubo un fenómeno con el hallazgo de la Virgen. Se dio en el límite de los españoles con los indígenas lo que logró una relación más fluida y cercana entre ambos grupos, por lo que la Virgen de los Ángeles fue un motivo para eliminar esa división. Eso ayudó a los europeos a ver a los mestizos y mulatos como personas, con derecho de buscar mejorar su vida y que también eran cristianos", José Francisco Ulloa, obispo emérito de Cartago.
"La creación de La Puebla de los pardos era una forma de separar ambos pueblos; de marcar diferencia. La Virgen fue tomada por los pardos como su patrona y como eran mayoría, La Negrita empezó a ganar popularidad con el tiempo y ya para el siglo XVIII había sustituido a la Virgen de Ujarrás como patrona de la Ciudad de las Brumas. La advocación por la Virgen de los Ángeles se empieza a notar con la inclusión en los testamentos de los españoles y mestizos hasta que finalmente en 1824 la nombran Patrona de Costa Rica", explicó Mauricio Meléndez, genealogista costarricense.
Eso hizo que la cruz perdiera el sentido y quedó solo como el recuerdo de que ahí estuvo esa división social. Sin embargo, según la figura original de la cruz, que son tres troncos en lugar de dos (uno vertical y dos horizontales), la que hoy está colocada es una sustitución de la de aquellos años.
Mojones
El historiador cartaginés Franco Fernández nos contó que no fue solo una, sino que había cruces de Caravaca en los alrededores del centro de Cartago como mojones que delimitaban la zona donde podían ingresar los pardos, pero con el crecimiento de la ciudad desaparecieron.
"Era una forma que acostumbraban los españoles para poner límites, lo mismo hicieron con esas cruces para separar moros y cristianos. El estado español quería tenerlos juntos (a los pardos) para efectos de pago de impuestos, religiosos y de milicias de la defensa contra los posibles ataques piratas", explicó Fernández.
Ese límite iba de la calle 10 de Cartago, (detrás de los Tribunales de Justicia) hasta donde se encuentra hoy la plaza mayor de Cartago, la Muni y las ruinas de la iglesia de Santiago Apóstol.
Origen de la cruz
Ulloa explicó que la cruz de Caravaca debe su nombre a un pueblo español y que los ibéricos la trajeron consigo al llegar a nuestro país y la usaban como "barrera" con los aborígenes con los que no mantenían comunicación y solo los querían para trabajar.
"La cruz se ubica de la basílica de los Ángeles 200 metros al norte, como en una especie de parquecito propiedad de la Municipalidad, que la iglesia también la cuida", agregó el religioso.
En buen tico, la cruz queda del restaurante La Puerta del Sol (costado norte de la plazoleta de la basílica) 100 metros al norte y 100 metros al este. Ahí en la esquina verá una I griega y se toma la calle de la derecha hasta encontrarla.