Maureen Esquivel y sus hijos Mariela, de 9 años y Joshua Peña, de 6, tienen 78 días de no ver a Alonso Peña, esposo y padre, por causa de la pandemia.
Alonso es un privado de libertad que está en Máxima Seguridad en La Reforma y recibió un lindo mensaje de ellos por medio del periódico La Teja.
“Le decimos que lo amamos demasiado, que tenga paciencia, siempre le pedimos a Dios que lo cuide. Estamos esperando que esto pase para pronto vernos. Todos lo extrañamos mucho”, dijo Maureen Esquivel, quien tuvo la idea de mandar mensajes a los privados de libertad y coordinó con otros familiares para que le hicieran llegar sus muestras de afecto a sus seres queridos.
Doña Maureen, quien se casó con Alonso el 31 de agosto del 2017 en La Reforma, dijo que quiere hacer sentir a su pareja esa cercanía que no ha podido manifestarle porque no lo puede visitar.
El Ministerio de Justicia y Paz impuso la reestricción por causa de la pandemia de COVID-19, en acatamiento de las disposiciones del Ministerio de Salud desde el 15 de marzo.
Desde esa fecha solo puede ir a dejar encomiendas. Pero no pueden ver a su familiar.
“Queremos que sientan que estamos pendientes de ellos, que esperamos que pase todo para ir a visitarlos. Justicia y Paz prometió que iban a instalar más teléfonos públicos y estamos esperando que eso suceda, por lo menos para tener un poquito más de comunicación de esa forma. Uno a veces les quiere hacer llegar un mensaje o que vean una foto y ni eso se puede”, dijo Maureen.
Todo surgió cuando el hijo de ambos, Joshua, vio en redes sociales que el hijo de un policía le mandaba un mensaje a su papá. Entonces Joshau y Mariela hicieron un cartelito con la intención de enviárselo al papá.
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“Lo mandé a Justicia y Paz via Facebook, con la idea de que tal vez le hicieran llegar el mensaje a mi esposo de la misma forma que lo hacen con gente de farándula que envía mensajes al Facebook, pero no tienen esa cercanía. No conozco a ningún privado que le hayan dicho, ‘le llegó este mensaje de fulanito’”, explicó Maureen.
La madre de familia asegura que sus hijos están tristes y deprimidos porque no han podido ver al papá y que muchos pequeños, familiares de otros privados de libertad, pasan situaciones similares.
“Planteamos la posibilidad de que los fines de semana pudieran hacer una llamada más. A los de Máxima los sacan a jugar bola, pero muchos no quieren hacerlo, o no desean salir, lo que quieren es esa comunicación con la familia”, comentó Maureen.
Larga distancia
Daylin Calderón Esquivel, vecina de Río Claro de Golfito, también le envió un mensaje a su esposo Yendrick Cruz. Ellos tienen una bebita de año y dos meses llamada Krislye Cruz Calderón.
“A él lo pasaron de Pérez Zeledón a La Reforma en noviembre y es demasiado difícil verlo. Ahora con la pandemia más complicado. Estoy esperando que digan cuándo podemos visitarlos para ir”, comentó.
Ella le envió un mensaje muy sentido a Yendrick. "Espero en Dios que todo esto acabe pronto. Lo amamos, nuestra bebé es una bendición. Pórtese bien.
“La chiquita lo extraña un montón, le hace falta y su mamá y su hermana también lo extrañan y lo quieren”, expresó Daylin.
Añadíó que la madre de Yendrick tiene un problema en las rodillas que le impide caminar y tiene cerca de cuatro años de no poder verlo.
“Este año podría salir con media pena, sino le faltan dos años más. Estamos luchando para que se dé. Imagínese que tenemos tres meses de no verlo”, dijo.