Fausto Santana es DJ y animador de eventos y aunque está acostumbrado a vivir todo tipo de emociones en las actividades en las que participa, el 30 de agosto pasado se llevó una sorpresa para la que no estaba preparado.
La mamá de sus dos hijas se alió con varios compinches para contratar a Fausto y pedirle que organizara una boda que era supuestamente para una conocida, pero en realidad era para que él y la mujer con la que ya una vez se había casado, renovaran su amor.
Pamela Martínez fue quien planeó todo, ella sabía que Fausto también quería que sus nombres volvieran a estar unidos ante la ley y por eso preparó semejante sorpresota.
"La historia de nosotros empezó en San José en 2013, yo soy de Pérez Zeledón, pero me fui para la capital a estudiar Periodismo y estuve trabajando un tiempo en Repretel. Fausto en el día trabajaba en la Asamblea Legislativa y en las noches era animador; él iba a menudo a trabajar al Bingo Multicolor, ahí fue donde nos acercamos.
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“Desde que lo conocí supe que ese era el hombre por el que yo había doblado rodillas ante Dios. Un mes después de conocernos nos hicimos novios, cinco meses después me propuso matrimonio y ocho meses después nos casamos por la iglesia católica”, recordó la comunicadora.
Así iniciaron los felices esposos una hermosa etapa, poco después de casarse se fueron a vivir a Pérez Zeledón y en el 2018 llegó la pequeña Emma, quien ahora tiene dos añitos.
Dura crisis
Pamela contó que como en toda relación hace un tiempo enfrentaron una crisis matrimonial y poco después de quedar embarazada de su segunda hija decidió separarse y divorciarse de Fausto.
Aunque ya no vivían juntos mantenían el contacto por Emma y por la bebita que venía en camino, eso los mantuvo unidos.
"Él siempre ha sido un gran hombre, un papá responsable, un jefe de hogar, un excelente esposo, pero a veces en los problemas uno le da cabida al diablillo.
“Meses después de que nos divorciamos Dios nos volvió a unir y restauró nuestro matrimonio. Él volvió a la casa y aunque sabíamos que ante Dios seguíamos casados, los dos queríamos que también en el mundo lo estuviéramos, por eso planeé la boda”, dijo.
Mary Paz, la segunda hija de la pareja nació cuando ya ellos estaban reconciliados y vino a unirlos aún más.
Una amiga de Pamela llamada Lucy Whitaker fue una de las principales aliadas en todo el plan. Ella contrató a Fausto para que, supuestamente, planeara la boda de una prima de ella.
"Planeamos todo en semana y media, cuando mi amiga lo llamó él se puso todo contento porque tenía seis meses de no tener eventos por la pandemia. Ella le dijo que era una boda pequeña, de unas quince personas máximo y que lo necesitaba como maestro de ceremonias y animador.
“Esa semana y media fue una angustia para mí porque yo hasta tenía que mentirle a Fausto para ir a probarme el vestido, para ir a hacerme las uñas y todas esas cosas. Mi mamá me ayudó mucho, sobre todo a cuidar las bebés para ir a hacer esas vueltas”, recordó entre risas.
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Gran día
Cuando llegó el 30 de agosto, el día pactado para la boda, Pamela estaba muy nerviosa y a la vez superfeliz.
Fausto y el papá de ella, Rónald Martínez, quien estaba en la jugada y era el fotógrafo contratado para la boda, se fueron con anticipación para playa Matapalo, en Osa, para asegurarse de que todo estuviera listo.
Al novio hasta le habían dado indicaciones de cómo tenía que estar vestido y ayudó a decorar el lugar. En una hora Pamela se tuvo que alistar y preparar a sus dos pequeñas para alcanzar a su amor en la playa.
"Fue muy bonito, había un video preparado y esa era la señal de lo que realmente estaba pasando porque hablaba de él y de mi. Al final había una leyenda que decía ‘voltea para atrás’ y en ese momento mi familia desfiló con unos carteles que yo había hecho con mensajes bonitos, de última desfilé yo con uno que decía ‘¿te quieren casar conmigo?’
El emocionado novio dijo que sí y como la abogada ya estaba lista se casaron de una vez.
“Yo me preparé para ir a un evento sin sospechar que era mi propia boda. Cuando hice la prueba del video para los novios ¡tarán! ¡sorpresa! Era yo y dentro de mi dije 'Pamela, Pamela... ella quería casarse y yo le dije que esperáramos hasta enero, pero resultó que la boda que estaba alistando era para mí”, contó Fausto.
Él asegura que se siente muy afortunado de haber podido resolver los problemas con Pamela y da un consejo a las parejas que están pasando por situaciones difíciles.
“Lo que les puedo decir es que luchen, que en estos tiempos difíciles lo más fácil es darse por vencido, pero no, el amor y la familia son algo hermoso y si se lleva de buena manera y con Dios de la mano, brillará fuerte”, aseguró.