El cumpleaños número 100 de Henrietta Boggs, viuda de Pepe Figueres, el pasado 2 de mayo, tuvo una particularidad ya que se festejó en un lugar donde están hospedados algunos de los ciudadanos de oro más papudos del país.
Se trata de Verdeza, un sitio donde los adultos mayores viven o en el que pueden hacer visitas y organizar eventos, como cumpleaños o reuniones.
El lugar cuenta con tres niveles de atención, uno donde están los residentes, otro con quienes requieren una atención de enfermería media y finalmente en el que se ubican los que necesitan asistencia en todo momento.
El bonito lugar tiene un comedor restaurante con diferentes tipos de menús, seleccionados por una nutricionista que se encarga de una alimentación acorde a las edades.
Además tiene gimnasio, salón de belleza, terrazas para sentarse a recibir el sol, una sala de televisión, biblioteca con su respectivo club de lectura y poesía, computadores con acceso a Internet, consultorio médico, salón multiuso donde se dan tardes de películas, conciertos o charlas y zonas verdes con senderos.
El sitio tiene una cuota que va desde los $2.150 por mes (¢1,2 millones aproximadamente) y los apartamentos no se pueden comprar.
Doña Henrietta celebró sus cien años en compañía de familiares y amigos en el salón multiuso, pese a que no es huésped en ese hogar.
“Es una persona interesada en los temas del adulto mayor. Nuestros huéspedes son mayores de 65 años, generalmente con una vida activa y que son acompañados para que hagan ejercicios, coman bien y tiene a mano la atención de enfermería en caso de requerirlo”, expresó Alejandra Zamora, gerente de Verdeza.
Para Zamora, el sitio es más que una simple residencia y e invitó a todos aquellos que han ahorrado toda su vida para tener una vejez tranquila y sin preocupaciones a que se acerquen porque el espacio no es necesariamente para el que ha mantenido un alto perfil toda su vida, o ingresos tan altos, pero sí para ese que ahorró.
Los huéspedes pueden vivir con sus parejas y recibir familiares o amigos cuando quieran. Hasta algún visitante puede quedarse a dormir.
Incluso, las personas que llegan de visita pueden utilizar el restaurante y se les convoca a las actividades especiales.
“Brindamos la atención integral que requiere el adulto mayor, como enfermería, alimentación, limpieza, actividades para mantener la parte física, cognitiva y emocional. Son tres tamaños de apartamento”, explicó Zamora.
“Algunos de nuestros residentes trabajan, andan en carro, salen y entran cuando quieren. Es como un edificio de apartamentos, la diferencia es que se despreocupan de la administración de la casa”, añadió Zamora.
Productivos
Rose Marie Karpinsky, una reconocida política, quien fue la primera presidenta del directorio de la Asamblea Legislativa, es una frecuente visitante de ese lugar de retiro ya que allí vive su esposo don Fernando Murillo, quien sufre de alzheimer. Ella alabó las condiciones del lugar.
"Verdeza permite que el adulto mayor siga siendo productivo y viva bien, sin ser un estorbo para nadie", expresó.