La Fundación de Apoyo al Hombre (Fundiapho) investiga el proceso que se le hizo a Luis Valerín Coto.
Él es el joven paraíseño sentenciado por el Juzgado de Familia en Cartago a pagar la pensión del niño de tres años, que según la prueba de ADN no es suyo.
Así nos lo confirmó Eugenia Quesada, presidenta de Fundiapho cuando le consultamos.
“Pedimos el expediente para analizar si hay algún vicio de nulidad en el proceso, de esta forma tendríamos una nueva oportunidad de impugnar el proceso y pedir los daños y perjuicios por este caso”, explicó Quesada.
Según el artículo 23 de la Ley de Pensiones Alimentarias, si se demuestra que Luis fue engañado, él puede pedir que se le devuelva toda la plata que ha pagado hasta el momento.
Eso sí, debe hacer la solicitud desde el momento en el que se inicia la impugnación de reconocimiento (proceso para los casos en los que el supuesto padre no está casado con la madre del niño) una vez esté la sentencia en firme y demostrando con certificaciones todos los pagos.
El juez podría ordenar que le devuelva todo el dinero. Esto fue confirmado por el exjuez de familia Gilberth Gómez.
Ya ha habido casos en los que las mujeres han tenido que pagar millonadas por este tema y hasta por el daño psicológico que le causan al hombre.
“Es de los procesos más complicados porque siempre se trata de proteger al menor de edad, pero por eso muchas veces prima mucha injusticia porque el hombre solo tiene un año a partir de que se da cuenta o sospecha que el hijo no es suyo para reunir todas las pruebas e interponer la impugnación.
"Muchas veces no tienen quién los asesore porque en los consultorios jurídicos gratuitos les dicen que no tienen tiempo y por falta de recursos lo dejan pasar y terminan pagando la pensión por 25 años”, agregó la presidenta de Fundiapho.
Gómez explicó que una forma de demostrar el engaño es encontrando un testigo con el que la madre haya compartido que el niño no era de él y presentándolo en el juicio.
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