Los amantes de las bebidas espirituosas deben tener bien apuntado en su calendario la celebración de uno de los tragos más reconocidos a nivel mundial: el Día Mundial del Whisky.
El 18 de mayo fue la fecha escogida para esta fiesta en el 2024 (es siempre el tercer sábado de mayo) y en esta oportunidad es cuando los fiebres del whisky levantan sus copas y brindan por la existencia de esta bebida de origen escocés, que tiene cientos de años de deleitar los paladares de sus consumidores.
Es gracias al escritor y catador de bebidas escocés Blair Bowman, que se instituyó el Día Mundial del Whisky, el cual se celebra en más de 50 países y 200 ciudades.
La palabra whisky significa “agua de vida” y es, para muchos, la forma de disfrutar de una bebida de forma saludable. Durante años, quienes ingieren licor han dejado de lado algunas bebidas que le estaban ocasionando daños a su salud y encontraron en este trago una forma de disfrutar, pero sin caer en excesos.
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Doña Ana es ejemplo de ello. Durante mucho tiempo, esta señora de 64 años se alegraba la vida con otras bebidas, pero a inicios de año comenzó a padecer de ataques de ansiedad, acompañados por un aumento en la presión alta.
Al ver que no estaba en todas, decidió consultar con un médico y le recomendaron que dejara de lado las bebidas que ingería anteriormente y le diera una oportunidad al whisky. Lo ideal, según el especialista, es no excederse tomándose más de dos tragos. Así comenzó a hacerlo esta vecina de Guadalupe y, unos meses después, afirmó que se siente con más energía, claro que no solo por ese traguito.
“Me recomendaron caminar por lo menos media hora al día. He bajado de peso y se ha normalizado mi presión, dejé los medicamentos para el colesterol y tomo whisky un día entre semana, porque el doctor fue claro en que no puedo abusarme”, recalcó doña Ana, quien prefirió no ser identificada.
Bueno, pero con medida
El whisky tiene su origen en Escocia en 1494. Comenzó a popularizarse como un tranquilizante para aquellos que pasaban un momento difícil.
Con el transcurrir de los años, ya era empleado para otro fin, como era el brindar y celebrar en momentos de alegría. Poco a poco se fue extendiendo por todo el mundo y países como Japón, Irlanda, Canadá y Estados Unidos se convirtieron en los principales productores de esa bebida en el mundo.
La nutricionista Alejandra Irola fue clara: todos los licores son nocivos para la salud; sin embargo, el whisky, en comparación con otras bebidas alcohólicas, tiene menos calorías.
“El consumo de whisky ayuda a bajar los niveles de colesterol, pero eso no se hace de forma mágica. Eso se logra si la persona que es obesa aplica cambios en su estilo de vida. Si toma esta bebida, pero come grasas y no se cuida, el whisky no hará nada ahí”, comentó.
La especialista agregó que con respecto a la cerveza, una copa de whisky tendrá menos calorías y posee antioxidantes, que ayudan a aumentar el colesterol bueno.
“A veces se recomienda tomar una copita al día, pero no quiere decir que una persona tenga que beber todos los días una copa al día, o no quiere decir que si no tomó durante la semana, se vaya a beber una botella completa el fin de semana”, añadió.
Por oro lado, un estudio elaborado por la Universidad de Harvard y publicado por El Tiempo de Colombia, destacó otros beneficios de la bebida.
Según los especialistas, beber con moderación parece ser positivo para el corazón y el sistema circulatorio. Incluso, se está analizando la posibilidad de que ayude a prevenir la aparición de diabetes tipo 2 y los cálculos biliares.
Por otra parte, el consumo moderado de whisky también se ha relacionado con cambios beneficiosos como una mejor sensibilidad a la insulina. Además de prevenir la formación de pequeños coágulos de sangre que pueden bloquear las arterias del corazón y el cerebro.
¿Cómo se hace?
En Costa Rica no se fabrica whisky, todo el que se encuentra en el mercado local es importado. Para su fabricación se usan granos como la cebada malteada, el trigo o el maíz. Los granos se tienen que romper en un molinillo para facilitar la extracción de los azúcares en el proceso de empastado.
Según el sitio web Somos Escocia, el proceso de empastado es juntar en un tanque el grano con el agua a una cierta temperatura, que puede oscilar entre 60 y 80 grados celsius, según la destilería. De esta forma los azúcares son extraídos del grano. El líquido que sale de este proceso se llama mosto y es muy dulce debido a los azúcares extraídos.
El siguiente paso es la fermentación, pero antes, hay que enfriar el mosto, ya que a una alta temperatura la levadura se estresaría, moriría y sin ella sería imposible la fermentación. Este proceso suele hacerse en recipientes de madera o de acero inoxidable. Este proceso dura entre 2 y 3 días.
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Después de varios días, los microorganismos han hecho su trabajo y han transformado el azúcar en alcohol, ahora solo falta destilarlo y para ello hay que hervir el mosto fermentado.
El alcohol hierve a temperatura más baja que el agua, 78,4 grados celcius, convirtiéndose en vapor, el cual se recoge y se enfría, pasando a convertirse en un líquido espirituoso. Este proceso se hace en alambiques (instrumentos para destilación) de cobre, obteniéndose un líquido transparente que pasará al menos 3 años en una barrica.
Incomparable
Gabriel Minott es un amante del whisky y en abril del 2021 creó un proyecto llamado La Whiskería, como una forma de educar y hacer conciencia sobre el consumo responsable de esta bebida, durante la pandemia del covid-19.
Este es un grupo en el que los amantes de la bebida comparten sus conocimientos sobre ese trago. Poco a poco, Minott fue trabajando de la mano con empresas importadoras de licor, para fomentar que haya más variedad de marcas en el país y, de paso, crear una comunidad con los que gustan ingerir esta bebida.
“Es una pasión, inicialmente era un hobby y poco a poco se ha ido convirtiendo en una fuente de ingresos. Todas las semanas, a través de nuestras redes sociales, hacemos transmisiones en vivo con importadores de bebidas, hablamos de novedades, de los diferentes tipos de whisky y desde el año pasado, hay un club de clientes propios, que pagan una membresía y tienen beneficios, cuando se trata de adquirir los whiskys”, explicó.
Minott describe como natural el sabor del whisky, gracias a los granos con el que se hace y el 70 por ciento de su sabor dependerá de la barrica, de la madera que se usa para añejar la bebida.
“Hay whisky que tiene un cierto sabor floral o a vainilla, depende del lugar en donde se estuvo añejando. Hay varios tipos de bebidas, pues todo depende del tipo de grano que se usa, como el single grain, en donde se usa un solo tipo de grano; el single malt, que solo tiene cebada para su preparación, o el blends, en donde se mezclan varios granos.
“El whisky como bebida es ideal para acompañarlo con carnes rojas o blancas y con buenos quesos. Nosotros ofrecemos las bebidas que no suelen encontrarse en ciertos establecimientos y tenemos una gran variedad de productos, para todos los gustos”, declaró.