Sin necesidad de caer en una madriguera para perseguir a un conejo blanco, Alicia encontró en Grecia un lugar que nada tiene que envidiar a su colorido y especial “país de las maravillas”.
El Sombrerero Loco, la Oruga Azul, el Gato Risón, las Cartas Pintoras y otros personajes tomaron vida gracias al talento de una artista plástico muy pulseadora, quien durante dos años ideó en su cabeza un sueño: abrir una cafetería ambientada en esta historia.
La culpable de este rincón único también es profesora de cole, esteticista y tatuadora. Extrañamente, cuando era una chiquilla Karina Rodríguez Hidalgo no era muy fiebre que digamos de Alicia en el País de las Maravillas, pero se apasionó siendo ya una mujer hecha y derecha, cuando comenzó a leer los libros que narran todas sus aventuras.
Y de verdad que le puso muchísimo amor y creatividad a su negocito, porque tardó, al menos, ocho meses haciendo las esculturas de los protagonistas más populares y que ahora son toda una sensación entre quienes visitan la cafetería, ubicada en Plaza Pinos de Grecia.
Ella solita se encargó de crear las esculturas tan chuzas.
“Duré más de ocho meses haciéndolas, trabajé todos los días. En las pinturas y la decoración del espacio duré dos meses, son pinturas y murales con diferentes materiales como espray y pintura acrílica”, explicó esta griega de 31 años de edad.
“Trabajé en la decoración con otros materiales como flores, cartón y otros. Mis hermanas me ayudaron mucho en esa parte”, confesó.
Maravillas hechas realidad
Hace cuatro meses, Karina terminó el brete que le llevó casi un año. Para ella, fue como seguir al Conejo Blanco, siempre apresurado, mirando el reloj.
Había llegado el momento de abrir un sitio maravilloso, en donde el más mínimo detalle está basado en la historia de Alicia. Aquí nada es por casualidad.
Karina escogió esta temática porque vive enamorada del concepto de Alicia en el país de las maravillas, donde “nada es imposible y las limitaciones son mentales”, como ella misma lo expresa. “Cada uno tiene una realidad diferente para poder cumplir sueños”, comentó.
De las esculturas que adornan este lugar, su diseño preferido no podía ser otro: El Conejo Blanco, porque representó un gran reto profesional.
“Tuve que aprender hasta a soldar porque lleva piezas metálicas y aparte es el personaje que en el cuento habla del tiempo, que para mí es sumamente importante. El tiempo es de las cosas más valiosas y no se puede devolver. Por eso hay que saber a quién dárselo, porque se entrega un tesoro”, relató muy orgullosa de su lugar.
Pero este país de las maravillas en su pueblo es apenas el inicio de su sueño. Ella no se conforma con lo que logró hasta ahora, pues sus ideas apenas van por la mitad. Si ya es un lugar mágico, resulta casi imposible imaginarse cómo será una vez terminado su plan.
“Mi idea es hacer muchas cosas nuevas, lo que tengo en mente lo llevo por la mitad”, afirmó, al tiempo que aprovechó la conversación para agradecer a todos sus familiares, colaboradores y amigos que tanto la ayudan a diario en las primeras de andar en medio de un café, la repostería y comidita solo calidad.
“Me encantaría que mucha gente pueda venir a conocer, ya que está hecho para que puedan apreciar el arte y cada una de las cosas que están ahí, además de la excelente comida del lugar. Es un ambiente familiar, con diferentes espacios para compartir”.
Chuzo de experiencia
Si usted viene a esta cafetería, fijo la pintura y decoración de las mesas lo sorprenderán. El salero es un conejo blanco y en el menú no podían faltar detalles sobre Alicia.
Por eso, los comensales pueden pedir la Reina Roja o un Absolem (en alusión a la Oruga Azul) que son ensaladas, mientras que el Dum y Dee, el Wonderland y el “3:00pm” forman parte de la lista de sánguches.
Y en las bebidas, la experiencia incluye La Duquesa, el Conejo Blanco y la Liebre.
“También ofrecemos un menú secreto que solo podrán descubrir cuando vengan”, confesó.
Y aunque no quería contarnos detalle alguno de esos platillos secretos para no matar la emoción, siempre soltó un par de cositas.
“Michelada de mango verde y queque de chocosnickers”.
Al final, nos dimos cuenta que Karina también es una gran artista en antojar, porque con solo esas dos cositas nos dejó un agualotal en la boca.
Cafetería Karfé abre de martes a domingo, de mediodía a 8 de la noche. Para más información o reservar una mesa, puede escribir al Whatsapp 8720-2521, así como en Facebook e Instagram (Karfe.cr). Además, aquí puede celebrar un cumpleaños, con posibilidad de hacerlo entre semana. ¿Y qué tal un matrimonio? Aunque aún no lo han reservado para eso, sin duda sería una boda muy original. Según la creadora de esta cafetería, “los personajes hasta pueden llevar flores”. Es un lugar donde las mascotas también son bienvenidas.