A pesar de que los festejos populares San José 2021 se suspendieron, un ambiente a Zapote inunda el centro de Chepe, porque ya hay cinco locales abiertos de una gran idea que se llama: El Chinamo de Zapote.
Desde que usted llega a estos locales se le activa de inmediato el modo fiesta porque hasta huelen a festejos populares, ya que venden casi todo lo que usted ha comprado en los festejos de Zapote.
Tienen manzanas escarchadas, algodones de azúcar, pinchos de carne, el ya tradicional arroz cantonés a la tica, así como el chop suey. Tienen fajitas de carne, empanaditas, en fin, hasta porciones de pizza. Lo único que les hace falta es la tagada, los toros y que alguien pase gritando de vez en cuanto: ¡puerta!
Hasta los locales están acomodados para que se parezcan un chinamo zapoteño y eso llama demasiado la atención, sobre todo por estos días que por segundo año consecutivo no habrá festejos populares en Zapote.
Y les vamos a pasar un santo, los precios que tienen en El Chinamo de Zapote, son más económicos que los que se topaba uno en diciembre del 2019, en las afueras del redondel de toros.
Cuando vimos el primero de estos chinamos, pues nos hicimos los majes, pero llegó el segundo, después el tercero y al toparnos de frente con el cuarto, sobre el bulevar de avenida 4, ya vimos que era la hora de buscar a la gente que está detrás de esta zapoteña idea y nos topamos con dos muy lindas historias: una familia de emprendedores que no se arruga ante los sopapos que le da la vida y otra de alegría enorme entre los trabajadores porque después de casi dos años volvieron a ganarse un cinquito haciendo lo que hace años les da de comer, ser chinameros en Zapote.
Hicimos fila
Llegamos con gran alegría al local sobre el bulevar de avenida 4 y preguntamos por el encargado y desde ahí comenzamos a disfrutar el ambiente de Zapote, porque nos pusieron a hacer fila para esperarlo, como si nos fuésemos a montar en el barco El Pirata o los chocones.
Nos pasó igual que en las afueras del redondel, que uno lleva ratillo de hacer fila y le dan ganas de jalar, pero quiere montarse, entonces se queda en la fila porque ya lleva rato esperando.
De un pronto a otro, apareció don Diego Hernández, administrador del lugar, y entonces sentimos aquella alegría que a uno le da cuando agarra el mejor carrito chocón, ese que uno tiene visto hace rato y que de pura chiripa desocupan al puritico frente de uno.
“Todo comenzó con una muy mala experiencia que tuvimos al poner un chinamo en Zapote en 2017, nos fue como un quebrado, apenas salimos tablas con los gastos. La familia se dijo, ‘vamos a aprovechar lo positivo de esto, ya vendrá otra oportunidad para hacerlo mejor y ver algo de ganancias, por algo Dios nos permitió vivir la experiencia en Zapote’”, nos dijo este integrante de la josefina familia Solera.
“El Chinamo de Zapote nace cuando empieza la pandemia y se cancelan los festejos populares. Arrancó todo con una pequeña ventana en calle 8 (San José), en setiembre pasado, como ambientamos todo al estilo Zapote, la verdad fue un pegue inmediato, a la gente le encantó”, recuerda don Diego.
Chinameros experimentados
Aclara el dueño que su familia no tiene gran experiencia en chinamos de Zapote, por eso buscaron trabajadores que sí la tuvieran y eso ha sido una de las fórmulas del éxito porque la gente contratada le mete ese ambiente y saborcito a los negocios.
“El tico ama las fiestas de Zapote y nuestros trabajadores les dan una experiencia muy parecida a lo que viven en diciembre, por eso llegó el segundo local, el tercero, el cuarto y el quinto que será sobre avenida Segunda, al costado de La Catedral, en donde estuvo muchos años el restaurante As de Oros.
“Otra fórmula del éxito son los precios, medio cantonés vale 1.500 colones, es mucho mejor precio que en Zapote. Otra fórmula es lo que vendemos, son productos de calidad y bien chineados”, agrega el chinamero.
Doña Katherine Batista, don Nicolás Bustamante y doña Cheyenne Solano, trabajan en el tramo sobre el bulevar de avenida 4, tienen más de 10 años de experiencia en festejos populares y recordaron con amargura que el año pasado no tuvieron un cinco para festejar la Navidad.
“Todos los locales son en ambiente de Zapote, lo hacemos todo igual, como nosotros conocemos el teje y maneje, le ponemos bonito. Aquí la única diferencia con Zapote son los precios, que son mucho más baratos, por lo demás, todo es igual y eso le encanta a la gente”, asegura doña Katherine mientras alistaba una deliciosa pupusa.
Por los momentos son 50 extrabajadores de los chinamos de Zapote que tendrán una Navidad muy diferente a la del 2020 cuando no pudieron bretear.
Además, la comida que queda por las noches es repartida entre los habitantes de la calle, de hecho, ya pronto se unirá una asociación que trabajará con indigentes.