A los 23 años, Alex Vásquez tiene claro quién es y se siente orgulloso de sí.
Este domingo fue uno de los miles de asistentes a la Marcha de la Diversidad para celebrar junto a sus amigos, pero además para pedir respeto e igualdad de derechos para las personas de la comunidad LGTBIQ.
“Soy homosexual y además tengo una discapacidad motora llamada osteogénesis imperfecta y para nosotros es complejo vivir así. La gente cree que las personas con discapacidad no podemos tener una vida sexual, he sido discriminado por ambas comunidades”, dijo.
Alex vive en Hatillo y llegó a la marcha acompañado de sus amigos Óscar y Adrián a eso de las 11:30 a.m.
“Vengo a celebrar mi orgullo, a estrechar lazos de unión entre ambas comunidades y también vine como un homenaje a quienes en años anteriores marcharon por nuestros derechos”, expresó.
También fue para pedir mayor igualdad para las personas con discapacidad porque, afirmó, en una actividad como la Marcha de la Diversidad aún hay temas pendientes.
“En este tipo de actividades debería haber por lo menos intérpretes de lesco. Si queremos ser respetados e incluidos debemos tener la capacidad de dirigirnos a todos los sectores de la población”, dijo.
Un peso menos
Cuando tenía 9 años Alex entendió que no le gustaban las mujeres, pero fue hasta los 15 que decidió salir del clóset.
“Recuerdo que ese día tuve una gran conversación con mi mamá. Ella lloró, pero no era por fobia, básicamente sentía miedo de lo que me podía pasar y a mi papá le mandé un mensaje de texto donde le puse ‘Papá, soy gay’ y él me manifestó que estaba orgulloso de mí”.
A partir de ese momento se sintió con la libertad de contarle al mundo quién es en realidad y hubo algunas personas que se lo tomaron mejor que otras.
“Soy el menor de dos hermanos y tener la familia que tengo es un gran privilegio. Mis amigos se lo tomaron de una forma muy natural, a quien no le hizo mucha gracia fue a la directora del colegio donde estaba. A pesar de eso no me puedo quejar, porque no me hicieron bulyling en el cole”, agregó.
Para este joven lo más difícil del día a día es enfrentar los mitos que existen en torno a las personas con discapacidad.
“Muchos al verme creen que soy un niño y la mayoría piensa que las personas con discapacidad no podemos tener una vida sexual, pero no es así. También algunos consideran que somos obligados a hablar sobre nuestra orientación sexual, pero no es así, nosotros tenemos la autonomía de decidir cómo queremos vivir ”, manifestó.
Alex cree en Dios, pero no asiste a ninguna iglesia ni profesa ninguna religión. “Me identifico como agnóstico”, dijo.
En este momento está soltero, pero gracias a la aplicación de Tinder ha conseguido algunas de sus parejas.
Educando a la población
Alex estudia traducción del inglés y a final de año espera graduarse de la UCR. Además, trabaja en una empresa estadounidense llamada SchoolMint en la que se dedica a dar soporte a escuelas y colegios del país del norte.
Hace dos años incursionó en el tema de redes sociales como una forma de educar a la población.
“Tengo un canal en YouTube llamado @TheWheelsBlog y además estoy en Instagram, Twitter y Facebook como Alex Vásquez. Me fascina interactuar en redes sociales y aunque la audiencia que tengo no es muy grande, es agradecida y le gusta interactuar con cada una de mis publicaciones”, manifestó.
Alex espera con su trabajo poder llegar a más personas, para demostrar que hay más cosas que unen a los humanos que las que los separan.
“La información está en nuestras manos y debemos llamar la atención sobre cosas que son verdaderamente importantes. Siempre trato de llevar un mensaje de amor, de unión, para abrazar nuestras diferencias y unir aquellas cosas que nos hacen únicos y especiales”.