Este 30 de julio la familia de Alcohólicos Anónimos está de fiesta porque celebran 64 años de que se formó el primer grupo en Costa Rica.
Aquel primer grupo se llamaba “Grupo Tradicionalista Número 1″ y la primera reunión se hizo en la casa de Luis H. en Tibás.
Nos cuenta el Comité de Información Pública de Alcohólicos Anónimos que, “la historia de la llegada del mensaje a Costa Rica inicio en 1945, por medio de don Felipe Madrigal Nieto, que había viajado a New York, y de regreso trajo la semilla con el conocimiento de algunos de los principios de AA.
“El señor Madrigal tenía problemas con la bebida, y su hermana, Carmen Madrigal de Ginesta, con el ánimo de ayudarlo, viajó a New York a conocer e informarse acerca del programa de AA”.
Fue en 1958
Estuvo algún tiempo viviendo allá, conoció al co-fundador Bill W. y a su esposa Lois, y de regreso empezó a trabajar a través de una entidad conocida como la “Liga Antialcohólica” que se reunía en un local ubicado 50 metros al sur de la Botica Mariano Jiménez, en la Ciudad de San José.
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De acuerdo a los registros históricos, para 1954, por decreto de Ley se funda la comisión sobre alcoholismo, dependencia del gobierno, en un edificio ubicado en San José, que estaba en muy malas condiciones, en donde había trabajadores sociales y pacientes. La directora era la trabajadora social, doctora Irma Morales Moya.
“La gente que pasaba por ahí, miraba con curiosidad y alguna desconfianza, un lugar en donde llegaban tantos borrachitos, con caras tristes, somnolientos y mal olientes, en busca de ayuda, alivio y comprensión, sin saber que lo que padecían era una enfermedad llamada alcoholismo, incurable, progresiva, rastrera, insidiosa y en muchos casos mortal”, explica la familia de Alcohólicos Anónimos.
Por esas cosas de la vida, pasó por ese lugar un alcohólico anónimo de México, llamado Paco, que se encontraba de paso por San José, y descubrió que estas personas no estaban aplicando el programa de los 12 pasos, sino más bien estaban haciendo esfuerzos por estar abstemios.
Un tiempo después, llegó a la biblioteca del lugar un ejemplar del libro Alcohólicos Anónimos, y con la aplicación del mismo, algunos empezaron a adquirir la sobriedad.
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Puertas abiertas
Fue así como el 30 de julio de 1958, algunos alcohólicos que se habían mantenido sobrios y que se habían separado de la Comisión Sobre Alcoholismo, decidieron reunirse esa noche, en una casa en San Juan de Tibás, para compartir la experiencia de la recuperación.
Actualmente, la Asociación Alcohólicos Anónimos Para Costa Rica funciona como una institución sin fines de lucro, que tiene sus oficinas en San José, al costado este de la Escuela Rafael Mora, cerca del Paseo Colon.
En esa oficina, se reúnen colaboradores de todas las regiones del país, en un trabajo altruista y voluntario, para servir a una comunidad compuesta por aproximadamente 435 grupos y quizá unos 6.525 miembros activos.
“Alcohólicos Anónimos es una comunidad de personas que compartimos nuestras mutuas experiencias, fortalezas y esperanzas para solucionar nuestro problema común, y ayudar a otros a recuperarse de alcoholismo”.
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“El único requisito para ser miembro de AA es el deseo de dejar la bebida, para ser miembro de AA no se paga un solo cinco, nos mantenemos con nuestras propias contribuciones, AA no está afiliada a ninguna secta religiosa, partido político, organización o institución alguna, no desea intervenir en controversias, no respalda ni se opone a ninguna causa. Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad”, explica el Comité.
Si desea saber más, puede contactar a AA al teléfono: 2222-5224, también por medio de la página web www.aacostarica.org, y a través del correo electrónico: aaosgcr@gmail.com