Diciembre siempre trae aires de esperanza, pero este año tan rudo por la pandemia, no fueron el árbol de Navidad, ni Colacho o el portal los que llenaron de ilusión al mundo sino el anuncio de que la vacuna contra el covid-19 está cerquita.

Si bien es cierto que aún no se sabe la fecha en la que estará disponible en Costa Rica, el ministro de Salud, Daniel Salas, calcula que en los primeros tres meses del próximo año podría estarse aplicando.

Esta es una noticia que llena de esperanza a personas como doña Olga Cortés, quien lleva los ocho meses y medio que tenemos de estar luchando contra el covid-19 metida en su casa, sin salir ni a la acera.

“En todo este tiempo solo salí una vez para aplicarme la vacuna contra la influenza y fui porque soy de alto riesgo (diabética), pero yo no quería ni ir. Iba superprotegida con mascarilla y guantes. Lo hice montada en el carro de mi hijo (Khristopher Taylor) y solo me bajé en la puerta donde ya iban a empezar a vacunar, no caminé ni 25 metros y regresé igual a la casa”, contó la pensionada.

A ella le da horror salir y contagiarse, no atiende a nadie que llegue a la puerta de su casa sin mascarilla y si recibe algún paquete lo baña en alcohol para desinfectarlo, por eso ve en la vacuna una posibilidad de retomar una vida normal.

“Una vez puesta la vacuna sí saldría, siempre y cuando se compruebe que es efectiva. Pero sí sería un gran avance, me sentiría más tranquila”, contó doña Olga.

Bajan los escudos

Tal vez en el área en el que más se vea reflejado ese optimismo y levantamiento de ánimo sea en el plano sicológico de las personas.

Así lo confirma la sicóloga de familia María Ester Flores, quien nos recuerda que hemos estado tan emocionalmente oprimidos por el miedo que nos ha llevado a un estado de expectativa por la incertidumbre del futuro, que nos hemos convertido como en una bomba de tiempo a punto de explotar debido a la depresión en cada una de las áreas de nuestra vida que se han visto afectadas (laboral, familiar o académica).

“En el inconsciente colectivo nacional y mundial estábamos con la esperanza de una vacuna y cuando ya en Estados Unidos para nosotros los latinos o ya sea Rusia, China o el que sea, nos hablan de una, se aflojan los mecanismos de defensa. Es como decir, ok ya no nos vamos a morir masivamente, ya hay una esperanza”, afirmó la sicóloga.

Flores asegura que el que la noticia llegue en esta época de Navidad, le permite a la gente animarse y disfrutar de esta linda época porque es una invitación a la fe y esperanza de que las cosas pueden cambiar.

Esa noticia de la ciencia se convierte en un alivio social que nos permite relajarnos, eso sí, no se relaje mucho y mantenga las precauciones, recuerde que aún no estamos vacunados y no debemos hacer loco.

“La mayoría de la población mantiene la esperanza de que el 2021 se van a disipar los problemas económicos, se reactivará la economía, el movimiento social a las playas, el asistir a los deportes, volver a las clases presenciales para los estudiantes entre muchas otras cosas”, explicó la especialista.

María Ester comenta que la vacuna nos da una solución, sea verdad o no, el mensaje de su llegada nos ayuda a conectarnos con volver a la vida, a la fuerza, la energía y la esperanza de volver a la “rutina”.

“Es un alivio, una luz, una esperanza de una espera más optimista que cuando empezó la pandemia y no sabíamos en qué iba a parar esto. Es muy positivo desde el punto de vista sicológico, por lo menos por el efecto placebo que nos permite creer que todo va a estar mejor. Eso va a animar a la gente en Navidad a pasarla bonito y a tener fe”, sentenció Flores.

Turismo beneficiado

Después de la salud, el covid al que ha golpeado más fuerte es a la economía, nuestro país no escapa de esa realidad y pasa una de sus crisis más rudas, la vacuna también ayudará a levantar el comercio, pero este proceso será más lento.

“El anuncio de que ya hay éxito en varios de los fabricantes de vacunas, nos hace ver una luz al final del túnel, pero todavía falta mucho para que lleguemos a esa salida”, explicó el economista de la UNA, Leiner Vargas.

Para Vargas lo primero es mejorar en el tema de salud y con esto poco a poco la economía también irá aliviándose.

“La vacunación en nuestro país podría llevarnos todo el 2021, pero el que pueda vacunarse a los más vulnerables y funcionarios de salud podría reducir la presión en el uso de las camas UCI y el estrés sobre el personal sanitario”, narró el economista.

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“Es una esperanza y genera una expectativa que el segundo semestre del 2021 podría ser un momento de muchísimo regocijo para el país y recuperaría el turismo, tal vez no al nivel que teníamos antes, y brindar un alivio para los grupos comerciales que han estado cerrados y muy afectados”, dijo don Leiner.

El analista financiero Daniel Suchar también coincide en que el sector turístico podría ser el más beneficiado con la vacuna porque en Estados Unidos, Canadá y Europa la empezarían a aplicar a mediados de diciembre y esos turistas podrían visitarnos más confiados.

Sin embargo, no ve tan cercano el impacto favorable en la economía nacional, hasta que no tengamos una fecha exacta de aplicación de la misma.

Yayo

Para el epidemiólogo Yayo Vicente, vacunar al mundo, es una meta nunca antes emprendida, pero sin duda alguna dispondremos de vacunas contra el covid-19 durante el primer semestre del 2021.

Pero, ¿cuándo estaremos protegidos con ella? Según el epidemiólogo las vacunas son un estímulo al organismo para que haga anticuerpos o defensas, por eso una vez puesta se debe esperar la reacción de cada persona, que usualmente tarda tres semanas, pero como las vacunas de las que se habla actualmente requieren una segunda dosis de refuerzo, se debe sumar tres semanas más.

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“Costa Rica se adelantó y compró vacunas prometedoras que todavía no estaban fabricadas, esa previsión hará posible que sea uno de los primeros países en iniciar la vacunación. Será un proceso largo porque no estarán todas las vacunas al mismo tiempo, los fabricantes harán entregas parciales.

“Eso crea algunos desafíos epidemiológicos para las primeras dosis: ¿aplicarlas a quienes pueden transmitir más la enfermedad? o ¿a quienes tienen más riesgo de morir si enferman? Es posible que se inclinen por los más vulnerables (para prevenir muertes y demanda de recursos hospitalarios) y al personal de salud (que deben estar sanos para atender a los pacientes)”, explicó Vicente.

Todos debemos vacunarnos, en orden y conforme tengamos disponible la vacuna para el grupo al que pertenecemos. Mientras tanto, las medidas como evitar aglomeraciones, uso de mascarillas, lavado de manos, respeto a las burbujas son las únicas armas que tenemos contra el covid-19.

“Quienes hemos visto desaparecer polio, sarampión, paperas, rubéola, varicela y otras enfermedades inmunoprevenibles, no tenemos duda alguna de las ventajas de una vacuna. Saldremos airosos de este ‘terremoto’ sanitario, la vacuna será una ayuda enorme y nuestra actitud hará el resto”, concluyó el epidemiólogo.