EscucharTomarse una taza de café es hoy casi un lujo y un lujo doble lujo si se acompaña con una empanada.
Es que el precio del café anda por las nubes y el del aceite lo mismo. Un kilo de yodito de los más populares, dependiendo de la marca, cuesta entre ¢5.000 y ¢8.000. Un litro de aceite, dependiendo de la marca, ronda o supera los ¢4.000.
Erick Ulate Quesada, presidente en Consumidores de Costa Rica, una organización privada sin fines de lucro, está asustado con esos precios.
“El precio del aceite, tenemos casos, ha subido hasta en un 100% en el último año. Eso es increíble, pocas veces visto. Desde que inició la invasión de Rusia a Ucrania se disparó más, lo mismo pasa en Europa”, dijo.
¿Y qué pasa con el café?
“Costa Rica puede rajar de que es productor de café, pero puede rajar para el mundo, porque el café que se produce aquí no es para consumo local, se vende en los mercados mundiales que más pagan”, añadió.
Con medida
En cualquier carnicería o en el mercado central más cercano a su comunidad, un kilo de manteca de cerdo vale máximo dos rojitos, o sea, el precio que tenía un litro de aceite hace un año.
Por eso no es loco pensar que la manteca de cerdo puede pegarnos la gran salvada.
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“Estamos preparados para hacerle frente a una alta demanda de manteca de cerdo”, asegura Johanna Rodríguez, vicepresidenta de la Cámara Costarricense de Porcicultores.
“Actualmente no es consumida en grandes cantidades, pero no habría problema si la gente comienza a usarla. La manteca de cerdo, y en general el cerdo, han sido muy satanizados en los últimos años”, detalla.
“La manteca de cerdo se ha puesto de moda para los que hacen la dieta keto, que es a base de grasas; es mucho más beneficiosa que cualquier manteca o aceite de origen vegetal, se los garantizo”, agregó Rodríguez.
Con límites
La nutricionista Alejandra Irola, vocera del Colegio de Profesionales en Nutrición, le dice sí a usar manteca de cerdo, pero con cuidado en las cantidades.
Dice que bien podemos usar algo así como un cuarto de cucharadita pequeña y no guardar la ya utilizada para después. La que ya se usó se debe desechar.
Bien, ¿y cómo podemos hacer con el café?
Una buena solución sería ir pensando en el aguadulce.
En cualquier supermercado la tapa anda entre los ¢750 y los ¢900 (y es de 600 gramos). También hay bolsas de dulce molido de 900 gramos que valen ¢1. 700.
Eso sí, aunque es deliciosa, se debe beber con moderación.
“Lo importante es que la gente no abuse con las cantidades”, agrega la nutricionista.
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Sin miedo
“¿Quién dijo miedo?”, se pregunta Carlos Luis Arias Arias, del trapiche Hermanos Arias, en San Ramón.
Esa fue su respuesta cuando le consultamos sobre un eventual aumento en la demanda de dulce debido al café tan caro.
“Le hacemos frente, no hay problema. Es cierto que el café es una gran tradición, yo tomo café, pero un buen vaso de agua de dulce en la mañana y por las tardes, también cae muy bien. Nosotros tenemos 34 años de tener el trapiche y no tendríamos problemas en aumentar la producción”, aseguró.
Menos granos
Don Marco Araya Molina, economista agrícola del Instituto del Café de Costa Rica, agrega lo siguiente a la explicación de don Érick sobre el aumento del precio del yodito: “la producción bruta de café se redujo desde las 2,02 millones de fanegas en la cosecha 2017-18 a las 1,67 millones de fanegas en la cosecha 2021-22, lo cual significa menos café para vender entre los mercados de exportación o consumo nacional y al haber menos oferta, el precio tiende a subir.
En el tema del aceite, don Juan Carlos Sandoval, gerente general de Maquila Lama, importadores de aceite, aclara: “Se debe (el aumento) a cuatro factores; el primero, el aumento mundial de los granos como soya, maíz, girasol, palma; el segundo, el costo de transporte de los granos al país.
“Costa Rica pasó de pagar 1.200 dólares (¢800.000) por contenedor a pagar 10 mil dólares (unos ¢6,7 millones); tercero, la guerra en Ucrania, porque ese país produce el 30% del aceite de girasol a nivel mundial y por último el tipo de cambio del dólar en el país que ha venido creciendo.
“Se espera que se mantengan los precios y que se vean algunas reducciones en los primeros meses del 2023″.
