Marjorie Lewis Blanchard, una adulta mayor de 77 años, murió la mañana de este miércoles en emergencias del hospital Tony Facio de Limón, luego de dos horas de estar sentada en una silla de ruedas esperando que la viera un médico.
Según nos contó su hija Gena Kirlew, ellas llegaron al centro médico limonense porque su mamá se quejaba de fuertes dolores entre la pelvis y la cintura y no había forma de controlárselos.
“Yo la llevé a ella desde la mañana este miércoles y, lamentablemente a las 11:15 a.m. tras dos horas de espera, se me murió esperando que la vieran. Tengo 22 días, aproximadamente, de haberme ido a Limón y estarla llevando casi a diario al hospital porque los dolores no se le quitaban. Y antes de eso mi hermana la estaba llevando desde hace tres meses, aproximadamente”, explicó la aflijida hija.
A doña Marjorie le hicieron ultrasonidos, un TAC y otros exámenes que salieron bien, pero le detectaron dos masas en su hígado. Entonces le hicieron una referencia para el gastroenterólogo, pero allí le dieron cita hasta el 6 de febrero.
Cuando iban al hospital le aplicaban Voltarén y Tramal para el dolor y la mandaban de vuelta para la casa.
LEA MÁS: ¡Increíble! Palomas y mapaches invaden salón de pacientes en hospital
“Uno de esos días que fuimos, se me puso mal, me dijo que le dolía mucho y, llorando, le pedí a la doctora que la atendiera. Lo que hizo fue decirme que me tranquilizara para no alterar a mi mamá y que si no lo hacía, me sacaban, lo cual terminaron haciendo porque yo soy muy sensible y no podía dejar de llorar de ver a mi mamá sufriendo de dolor”, recordó doña Gena.
Al rato, salieron a infomarle que su mamá se le había bajado la presión y había sufrido un infarto por lo que la tuvieron un rato en observación y la mandaron de vuelta para la casa.
Adelantó los exámenes
Como no avanzaban con la atención, Kirlew había llevado a su madre a una consulta privada para hacerle una colonoscopia y una gastroscopia. El doctor le dijo que tenía todo por dentro bien, pero que sí se le observaba una pelota.
“Mi mamá siguió mal, con mucho dolor y estaba fría, fría, por eso me la llevé de vuelta al hospital el miércoles en la mañana y entregué hasta los resultados que me dieron en la clínica privada para adelantar. Me mandaron a Ginecología, a la par de Emergencias, para que la atendieran mientras se quejaba constantemente del dolor. Me levanté a pedir atención y me dijeron que tenía que esperarme, porque tenían muchos pacientes esperando y había prioridad...”, continuó explicando Gena.
Al ratito, solo vio que su mamá bajó la cabeza y dejó de quejarse y cuando la llamó para que reaccionara, vio que ya había muerto sentada en la silla de ruedas donde esperaba.
“Inmediatamente, donde le dije a los médicos la pasaron rápido, Luego salieron y me dijeron, le voy a dar una mala noticia, su mamá falleció. No es posible que en casi un mes de estar yendo al hospital no pudieran determinar dónde tenía mi mamá el tumor ni qué era”, explicó la doliente.
Incluso, doña Gena asegura que un día una de las médicas le dijo que no podía internar a su mamá, porque ¿y si se moría?, casi indicando que mejor se muriera en la casa.
LEA MÁS: (Video) Dr. Marco Vinicio Boza: “Soy bendecido, la gente me encomienda a todos los santos”
“Yo le dije a la doctora que yo no era médico, que qué iba a hacer yo si ella se me descomponía en la casa, pero igual estando en el hospital, no hicieron nada por ella”, concluyó Kirlew.
La Teja consultó sobre este caso a la Caja Costarricense de Seguro Social, (CCSS); sin embargo, al cierre de esta nota, no habían respondido.