Hace varias semanas se iniciaron una serie de trabajos en la parroquia catedral San Carlos Borromeo, gracias al aporte de los fieles y los frutos de las fiestas patronales del año pasado.
Una que está casi lista es la capilla de adoración perpetua de la catedral, con la que esperan incentivar la devoción a los pies de Jesús Eucaristía, como lo cuenta el Padre Fabio Hidalgo, cura párroco.
“Se inició hace varias semanas este trabajo, la idea es incentivar esta experiencia, la capilla estará abierta a todos los fieles, no solo a las personas que habitan alrededor de la catedral”, expresó.
El presbítero también señaló que se estará dando una evangelización especial, con el fin de formar e informar sobre la importancia de la adoración perpetua. Misioneros mexicanos son los que estarán a cargo de esta catequesis.
“La Capilla es una experiencia que se ha venido manifestando en varios países. Desde México vendrán misioneros que explicarán y darán una catequesis para que las personas puedan adquirir conciencia de la importancia de visitar el Santísimo Sacramento”, detalló el Padre Fabio.
Esta catequesis se llevará a cabo a partir del sábado 27 de julio y hasta el martes 30 de julio, donde se explicarán detalles y toda la organización inicial de la adoración perpetua. Esto será a las 7 p. m.
Renovación
Para el Padre Fabio, la capilla servirá como una gran oportunidad y experiencia para el encuentro con Cristo.
“Esta es una experiencia para renovar la iglesia, renovar nuestras comunidades y encontrar en Jesús Eucaristía la fortaleza y la paz en los momentos de crisis y en todos los momentos de la vida del cristiano”.
Un gran promotor de esta experiencia de las capillas de adoración perpetua fue el papa san Juan Pablo II.
“La Eucaristía es el centro de la vida parroquial… y está en el centro de la vida cristiana. Y el catecismo nos dice que la Eucaristía es la fuente y la cima de toda la vida cristiana. Ser cristiano significa ser de Cristo, pertenecer a Cristo. Y Cristo está vivo y nos espera permanentemente en el sacramento de la Eucaristía.
"Lo cual quiere decir que un verdadero cristiano debe ser un cristiano eucarístico. Y, si somos eucarísticos, debemos centrar nuestra atención y nuestro amor en Jesús Eucaristía”, dijo el san Juan Pablo el 28 de mayo de 1996.
Por este motivo, el santo papa animaba a que en las parroquias se fomentara el amor a Jesús Sacramentado.