El nicaragüense que iba de acompañante en el carro de Joao Maldonado cuando fue atacado a balazos, contó a La Teja que oró por él porque sabía que estaba malherido.
El acompañante, que se reservó su identidad por seguridad, asistió este domingo a la marcha que se llevó a cabo en San José y relató, aún asustado, los momentos de terror que vivió.
“Íbamos a dejar un material y antes de llegar al lugar donde teníamos que hacer la entrega tuvimos que detenernos, en eso llegaron dos tipos en moto, uno se bajó y nos empezó a disparar. Joao me dijo: ‘nos están dando’, y yo le contesté que sí, le dije que creía que me habían baleado porque sentí un golpe en el estómago, él me dijo que a él también le habían dado.
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“En eso él aceleró y por poco hasta se lleva al hombre ese que nos disparó. El ataque era directo para él, eso es de seguro. Yo me vi que no estaba baleado, solo como que me llegó la pólvora y tenía unas marcas, pero él sí estaba herido”, contó.
Pese a las heridas, Maldonado no se detuvo hasta llegar a un hospital en Escazú, cuyo nombre no fue revelado, también por seguridad de él.
“En el camino él me decía: ‘ya no aguanto, ya no aguanto, ¿cuánto falta?’, y yo le decía que ya íbamos a llegar. Yo iba orando por él, sabía que iba pegado porque tenía mucha sangre, pero gracias a Dios llegó y ahora, aunque está delicado, se está recuperando”, agregó.
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Investigación
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó este domingo que el ataque que sufrió Joao ocurrió en Bello Horizonte de Escazú.
Las autoridades dijeron que de momento no hay detenidos, pero que ya está investigando para esclarecer el ataque y dar con los responsables.
Joao es uno de los fundadores de la Unidad de Exiliados Nicaragüenses (UEN) y durante el tiempo que ha estado en Costa Rica se ha encargado de ayudar a otros nicaragüenses exiliados a establecerse en el país.
Él es una de las personas que da acompañamiento y guía a quienes huyen de Nicaragua por persecución política.
Una vez que esas personas llegan a territorio nacional él y los otros miembros de la UEN les dicen los pasos que deben seguir para ponerse en regla y buscar un trabajito para empezar una nueva vida. Además, si es necesario buscarles comida y ropa, lo hacen.
Daisy Vega, otra de las fundadoras de la UEN, está casi segura de que el atentado fue un intento de los seguidores de Ortega de amedrentarlos, ya que días atrás habían recibido amenazas para que la marcha de este domingo no se realizara.