Este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) presentó los resultados del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que reveló que 7 de cada 10 productos y servicios subieron de precio tan solo en el último mes.
De enero a julio del 2022, el IPC aumentó 8,52%, es decir que las familias que gastaban ¢100.000 en la comida, ahora deben destinar ¢108.520.
Eso hace que cada vez más familias tengan dificultades para estirar la plata cada quincena y que rinda para comprar la comida, por eso el asesor financiero y gerente de Educación Financiera de CS Ahorro y Crédito, Javier Angulo, le echa la mano con estos bolados.
Lo primero, es preguntarse ¿cómo me está afectando el aumento del costo de la vida a mí en el ámbito personal y familiar a la hora de ir al supermercado?
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- Identifique cuáles son los productos que necesita, los que más subieron y trate de conseguirlos a mejor precio o busque mejores ofertas que le permitan comprarlos más cómodos. Por ejemplo, cambiar de supermercado o buscar las frutas y verduras en una verdulería o en la feria del agricultor en lugar de comprarlas en el súper, que suele salir más caro.
- Revise también qué otros gastos están aumentando y vea si es posible aplazar su compra para cuando se le estabilice la situación económica, por ejemplo, prescindir de servicios de streaming como Spotify o Netflix entre otros, o la misma cablera.
- Haga un análisis exhaustivo de todos los gastos fijos como el transporte, si usa su carro propio sacarlo menos -si le es posible. por el aumento en el precio de los combustibles o si acostumbra viajar en taxi o Uber, disminuir los viajes en estos medios y optar más por el bus o caminar.
- Si le está subiendo el recibo del agua o la electricidad, vea cómo tratan de consumir menos dichos servicios para reducir la factura y con la plata que se ahorra en los servicios públicos, puede destinarla a otras necesidades como la compra de comida.
Lo importante es que usted pueda hacer frente a las necesidades básicas como: alimentación, techo, transporte, salud y servicios públicos.
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Angulo también le dio algunos bolados a quienes tengan una pequeña empresa y la estén viendo difícil para mantenerla.
Por ejemplo explicó que deben identificar cuáles son las materias primas y productos que más les están subiendo de precio y hablar con sus proveedores para tratar de negociar un mayor plazo de pago o una política de crédito que les permita acomodar el flujo de efectivo para poder hacer frente a todas las necesidades.
Y así como a las familias, para ellos también aplica el buscar quién les ofrece mejores precios y mejorar las gestiones de cobro si es que de casualidad vendía fiado para tener más dinero disponible para mantener el negocio funcionando.
Finalmente dice el asesor financiero, no se llene de mucho inventario porque ahorita lo importante es mantener el efectivo para poder hacer frente a las responsabilidades como son los créditos y mantener operando el negocio.